Juan Villoro: «Me fascina el señorío y la vida activa del Matarraña»

Juan Villoro: «Me fascina el señorío y la vida activa del Matarraña».

Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) es el periodista y escritor mexicano más influyente en España. El genuino estilo de sus libros y las colaboraciones que hace en medios como El Periódico de Cataluña y El País han motivado parte de su éxito. La otra parte, más intangible, surge de una irrepetible mezcla de su bagage cosmopolita con la sangre matarrañense que corre por sus venas. Es el singular carácter que imprime en sus visitas al territorio, donde intercala las jotas con los narcocorridos.

 

¿Cuál es su vínculo con la comarca del Matarraña?
Mi abuelo se llamaba Miguel Villoro Villoro y era de La Portellada. Después de la Guerra Civil, se marchó a vivir a México, donde hemos nacido mi padre y yo. Para mí es muy curioso ver que mi apellido tiene un sitio donde es sumamente común. En México hay más de 120 millones de habitantes pero los únicos que nos apellidamos Villoro somos mi familia y yo.

¿Cómo recuperó, desde México, el vínculo con el resto de ‘Villoros’?
Volví hace 10 años porque me pidieron escribir un artículo para El País sobre algún pueblo de España. Un primo mío que ya había venido a La Portellada me sugirió volver al sitio de procedencia de nuestra familia. Estuve un día y escribí el artículo, al que titulé ‘El pueblo de tu nombre’, en referencia a mi apellido.

Para usted es como si Villoro fuera algo más que un nombre de familia.
Me recuerda a la primera frase del libro ‘Pedro Páramo’, escrito por Juan Rulfo: «Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre». Para mí, Villoro vendría a significar algo similar a esto, es como la búsqueda del origen. Mi relación con el territorio era inexistente hasta ahora porque mi abuelo, el que era de aquí, murió joven y porque la dictadura rompió las relaciones institucionales con México.

Pero no ha perdido el tiempo para recuperar la relación con la gente de La Portellada.
No. Además de visitar la zona, me reúno con muchos de los vecinos del municipio que viven en Barcelona, donde paso un trimestre al año para dar clases en la universidad. Aprovecho y voy con ellos a un restaurante de La Barceloneta que, cómo no, se llama Villoro.

Como mexicano, ¿qué es lo que más le impacta del Matarraña?
Desde un punto de vista de viajero, me fascina la combinación de naturaleza, masías, palacios, iglesias… Se trata de municipios con un señorío extraordinario. Por otra parte, me encanta la vida activa en los pueblos, algo que se ha perdido en México. Allí, o trabajas la tierra o te vas. Como agravante, los que emigran de los pueblos mexicanos lo hacen a los Estados Unidos y ya no vuelven nunca. Pero aquí no sucede así. La Portellada es un imán afectivo y sentimental.

México suena a narcotráfico. ¿Podría romper ese tópico?
La imagen que tiene el mundo sobre la corrupción y el narcotráfico mexicanos es cierta, aunque no es responsabilidad de mi país únicamente. Ese negocio existe porque tenemos como vecino a los Estados Unidos, el país que más droga consume y más armas vende del mundo. Pero también es cierto que México es un país muy rico culturalmente y con un gran futuro por delante. Es un país en transformación que ha superado muchas crisis.
En España nos vendría bien saber la receta que han utilizado para ello.
México es un país en transformación y muy alegre. Vivimos peor que los españoles pero no nos deprimimos porque la experiencia nos ha enseñado que el futuro siempre es mejor.

 

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