La Fresneda… belleza en vena | La Fresneda

La Fresneda… belleza en vena | La Fresneda.

El yin y yang es la forma mística de expresar lo que nosotros describimos, más terrenalmente, como “una de cal y una de arena”.

En definitiva, hablamos de los opuestos que se complementan: la luz y la oscuridad, el sonido de un beso y el silencio amargo, las penas y las alegrías…

Hoy, me he echado en el corazón una cal y siete de arena.

La de cal, leer en el que posiblemente sea el blog más importante de belleza, BELLEZA EN VENA, un artículo sobre nuestra tierra, sobre nosotros: leo una valoración hermosa de nuestros ríos “He probado muchos Spas, he estado en muchos balnearios, pero en ninguno he sentido el placer que gocé haciendo de sirena de agua dulce”… ¿no es un orgullo identificarse en esas palabras?… “a mí lo que más me ha gustado ha sido su paisaje, sus bosques mediterráneos de olivos, encinas, acebuches y pinos, sus ríos semisalvajes y sus misterios” (no te pierdas el artículo Matarraña Energy).

belleza en vena

Las de arena me las ha puesto el ver que La Fresneda ya no es el pueblo más bonito de España para los internautas: hoy ese puesto, por un solo voto, lo ocupa el Burgo de Osma.

pueblos bonitos

A veces nos cuesta valorar lo nuestro, disfrutar de esta sensación de vivir en un lugar que es el destino elegido por muchas personas para pasar sus vacaciones, esos pocos días que esperan con ilusión todo un año para que lleguen.

Las orquestas, los toros de fuego, las tracas, son solo una parte de algo muy grande, muy bello y muy hermoso.

Hoy la Fesneda ya no será el pueblo más bonito de España, pero sigue siendo mi amor, sigo enamorado de las escaleras de piedra que suben a Santa Bárbara, del foso de la Iglesia, de la tumba del inquisidor, de las flores del cementerio medieval, de las ruinas de Nuestra Señora de Gracia, del desierto Valle del Silencio, de los poblados íberos, de Abatar, de las capillas, el río, el lavadero, las Mangraneras, el Racó de Febrer, los Tolls des Carbó, las minas de yeso, los molinos, los restos de la nevera olvidada…

Necesito subir a Santa Bárbara y dejar que el Cierzo me cierre los párpados, porque quiero seguir soñando que es posible sentir La Fresneda, no como el pueblo donde quiero vivir, sino el pueblo donde quiero morir y abonar con mi recuerdo un futuro mejor.

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La Franja