Un libro para que no se olviden las masadas de La Cerollera

Un libro para que no se olviden las masadas de La Cerollera.

Un libro para que no se olviden las masadas de La Cerollera

Manuel Casado López presentó el miércoles el segundo volumen de Masadas y masoveros de La Cerollera, un libro que pretende luchar contra el olvido de la forma de vida de los masoveros. La publicación profundiza en el modo de vida y las tradiciones de las masías, con la vista puesta en su recuperación.

Impulsado y coordinado por Casado López, el libro pretende luchar contra el olvido de la forma de vida de los masoveros. Ha sido editado por la Asociación SERVA de Desarrollo Local de La Cerollera, y se puede adquirir en el propio municipio, y en librerías de Alcañiz y Valderrobres, a un precio de 15 euros. En 359 páginas y 11 capítulos, el autor se centra en recopilar las tradiciones que se están perdiendo, la forma de vida y la relación de los masoveros con los habitantes de La Cerollera. Deja atrás tres años de trabajo, tanto de Casado como de María del Carmen Celma Lombarte y Pedro José Bayod, que ilustran las fotografías de Ángel Mora Arrufat.
El libro comienza con un análisis de las antiguas tareas de los masoveros, y los trabajos del campo, relacionados con el cereal. Desde los oficios relacionados con las abejas, las calcineras (en las que se trabajaba la cal, con fines de desinfección y argamasa) a la leña, la madera, las resinas, así como la época de las minas, y las antiguas neveras o pozos de nieve. El segundo capítulo se centra en la alimentación. Recopila el recetario de las masadas, con los alimentos que obtenían del huerto y de los animales que se criaban allí. Asimismo, el tercer apartado es un estudio de los trabajos de los masoveros según el género, haciendo hincapié en la importancia de la mujer como coordinadora de los trabajos, y figura fundamental en el control de la economía familiar. El quinto capítulo trata el ciclo festivo, y el sexto incluye una serie de árboles genealógicos de las masías. «Puede tener un gran interés para los vecinos de La Cerollera que quieran conocer más información sobre sus propias raíces», indicaron los autores.
El capítulo número siete se dedica a la vida cotidiana y la indumentaria propia de la vida en las masadas y el ocho, al patrimonio inmaterial de las mismas, como acertijos, adivinanzas, cuentos, refranes y frases hechas del municipio de La Cerollera, e incluso cantos en tono «picante» que se recitaban en la época. Por su parte, el apartado nueve se centra en los oficios de La Cerollera y en el diez realiza una extensa referencia a los maquis y la escuela guerrillera que se instaló en torno al municipio.
Por último, el capítulo 11 se estudia la situación actual, y a la posible alternativa de futuro empleo en las masadas para evitar que todo ese patrimonio se pierda. El objetivo de los autores es recoger y transmitir toda la vida que había en las masadas, con la ilusión de que puedan tener un futuro a través de su recuperación, como ya se ha hecho en otros pueblos de la zona.

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