El Barranco de Gabasa una refresacante y hermosa opción de senderismo de verano – Canal Litera. Radio digital de la Litera/la Llitera

Origen: El Barranco de Gabasa una refresacante y hermosa opción de senderismo de verano – Canal Litera. Radio digital de la Litera/la Llitera

Además permite conocer parajes preciosos de la Litera, a pocos minutos de casa a Litera Alta es una tierra reseca en la que el agua brilla por su ausencia. Ubicada al sur de la Sierra de la Carrodilla, es el reino de la media montaña cuyo techo es San Quílez, con 1.062 metros. Estos montes sedimentarios que hace muchos años estuvieron inundados por el mar, están salpicados por campos de cultivo, y granjas y pueblos encantadores como son Calasanz, Gabasa, Peralta de la Sal, Azanuy, Castillonroy, Camporrells…

En este desierto, el barranco de Gabasa es uno pequeño prodigio de la naturaleza. Cuando el andarín se adentra en esta joya de la naturaleza, parece que se sumerge en un espejismo. Una increíble selva de chopos, robles, sauces, nogales, olmos y una alfombra de colas de caballo pueblan este rincón cuyas aguas alimentan el río Sosa.

La visita de este paradisíaco lugar es recomendable para todas las edades. Es el recorrido más indicado para que los niños se adentren y conozcan la naturaleza y para que los más mayores hagan ejercicio moderado. Para los más comodones, se puede acceder a Gabasa por carretera desde Binéfar, dirección Azanuy, Peralta de la Sal y dejando el coche en la pequeña localidad de Gabasa. Desde aquí se recorre el barranco con comodidad en poco más de una hora.

Pero hay otras opciones, como el recorrido circular que sale y termina en Peralta de la Sal por sendas y pistas y que tiene como mayor punto de interés el barranco de Gabasa. Peralta de la Sal está situado en un paisaje de monte bajo, pinos, encinas, olivos y almendros. La huerta a orillas del río Sosa envuelve el pueblo rico en historia y conocido por ser la cuna de San José de Calasanz y por sus salinas.

El recorrido que se puede realizar en media jornada parte de las piscinas de Peralta de la Sal. Durante los meses estivales no es necesario llevar ropa de abrigo, aunque si que es interesante llevar calzado de suela gruesa o botas ligeras y la cámara de fotos para captar paisajes increíbles.

Tras pocos minutos de caminata por pista, el senderista se puede desviar a la izquierda hasta las afamadas Salinas de Peralta. Actualmente se encuentran abandonadas. Se regresa al camino principal con el paisaje presidido por montes redondeados y el torreón del Castillo de la Mora. Tras cruzar un acueducto, se sigue la pista que transita por el barranco de Comadivo. Queda poco para llegar al oasis de Gabasa.

Tras dos horas de camino, llegamos al denominado Clot del Ull o Agujero del Ojo, la antesala del barranco de Gabasa. Todo el recorrido se encuentra perfectamente balizado. Se construyeron escaleras y pasarelas para descender y también se han colocado varios bancos. Tras la sequedad del paisaje, el senderista parece que se adentra en un sueño. Surge el aguas de repente por fuentes y pozos. Las condiciones de humedad, temperatura y umbría que configuran las montañas hacen que la vegetación sea muy diferente al resto de la que nos encontramos en La Litera.

El barranco se divide en dos en la población de Gabasa. Su parte alta es la más bella. Poco antes de llegar a Gabasa, el visitante se sorprende con la irrupción de la cascada de Santana y después el paso de uno bonito estanque con plantas acuáticas. Estas aguas están consideradas blandas, sosas y no son muy recomendables para beber.

A mitad de barranco y protegido por unos potentes escarpes, la denominada como roca de Migdía, se llega a Gabasa, una pequeñita población de 16 habitantes. Este núcleo es conocido también por la famosa Cueva de los Moros. Aquí se encuentran los restos humanos más antiguos de Aragón, que se romontan a más de 45.000 años. Aquí se atestigua la presencia del Hombre de Neanderthal por el descubrimiento de varios molares de mujeres y niños y una falange.

Tras la visita a Gabasa, se atraviesa un puente románico y comienza el segundo tramo del barranco. El caminante no deja de sorprenderse por este fascinante paraje mientras las peculiares colas de caballo le llegan a la cintura. De forma súbita, se abandona este túnel del tiempo y se regresa a los paisajes desérticos de La Litera. Se toma una pista a la derecha, se llega a una balsa redondeada que abastece a Peralta de la Sal y en un suave descenso se regresa a la localidad natal de San José de Calasanz.

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