El AVE pasea chapa « Lo finestró del Gràcia

 (Article publicat al Diario de Teruel)

                                                                                                      “José Miguel Gràcia*

         El lector que se haya tomado la molestia de seguir mis escritos de opinión en este periódico, recordará que a finales del pasado año publiqué un artículo bajo el título “Estructura radial, estructura irracional”, en el que criticaba con dureza la estructura radial de las vías de comunicación de España y la megalomanía respecto al AVE. Anteriormente ya había escrito sobre este tema, pero de forma tangencial. Que el tema despertó interés me lo demostraron las opiniones, a favor y en contra, que me llegaron, la mayoría de ellas de forma personal.

        Miren por donde, hace pocos días nos despertamos con la noticia de que RENFE suprimía la línea de AVE, Toledo-Albacete-Cuenca por falta de pasajeros, concretamente había 9 pasajeros de media en Albacete y 7 en Cuenca —lo cual quiere decir que algún día no habría ningún pasajero—, frente a unos gastos de explotación de 18 000 euros al día, al margen de la inversión realizada. ¡Qué me dicen!

        Como pueden suponer, la ocasión para reafirmarme en todo lo que escribí respecto al tema me es bien favorable, aunque, supongo tendré muchas más en el futuro. Siguiendo la moda actual de culpar de cuanto sucede al gobierno actual o a los anteriores, qué mejor ocasión también para hacerlo yo en este momento. Pues bien, no lo haré porque lo consideraría oportunista, demagógico y falso. La causa fundamental de estas grandes decisiones políticas son el producto de las locuras colectivas de la sociedad, de irracionales sentimientos de grandeza y de falsa e improductiva teoría del igualitarismo. Los políticos, es cierto, son los que las ejecutan, pero el impulso  les viene de sus votantes, digámoslo claramente, la conquista del poder en democracia se basa afortunadamente en los votos y los votos se obtienen ofreciendo a la ciudadanía aquello que intuyen que les va gustar. Con ello no quiero decir que la permanente realimentación de unas ideas no tenga su importancia e influencia. Ahora bien, si depositamos todas nuestras esperanzas en los gobiernos y en los partidos políticos o los responsabilizamos de cuanto sucede o va a suceder en el país, sin preocuparnos de que han de ser los cambios en una gran parte de la sociedad los protagonistas del futuro, nos estaremos equivocando de parte a parte. ¿Por qué un político del gobierno o de la oposición, o un partido en su programa, pueden decir, “en pocos años el AVE llegará a todas las capitales de provincia de España”, sin que se produzca un cataclismo ante tamaña barbaridad? Porque una grandísima mayoría social lo considera posible y hasta conveniente. ¿Qué relación existe entre capital de provincia y rentabilidad económica de un proyecto tan caro? ¿Quién hizo los estudios de rentabilidad? ¿Qué importancia se le da a los flujos de viajeros previstos? ¿Dónde está la estrategia de tal decisión política?

        El título del escrito lo he tomado nada menos que del Director General de Viajeros de RENFE, que ha dicho: “RENFE siente dolor cuando el tren pasea chapa” (Como he dicho anteriormente el coste del servicio suprimido del AVE era de unos 18 000 euros al día, sin tener en cuenta la inversión hecha —entre 15 y 30  millones de euros por kilómetro). Estoy seguro que las escaseces que nos está imponiendo la crisis, nos harán entrar en razón a todos y el abandono de muchos de los tramos previstos del AVE será pronto un hecho. El grueso de la ciudadanía rebajará sus demandas sin demasiado ruido reivindicativo. Será el tiempo de pensar más en las necesidades reales de desplazamiento de personas, transporte de mercancías por ferrocarril y evitar duplicidades —AVE frente a transporte aéreo—, que, por otra parte, no podríamos tampoco pagar. Y como me siento optimista en este momento, pienso que incluso se cuestionará la vieja y maldita política de radialidad española, tan perjudicial para el desarrollo económico del país.

        Amigos capitalinos turolenses, por favor, no pidan el AVE para Teruel, podría pasear demasiada chapa. Que vuestras grandes demandas de inversión pública sean producto de la razón económica. Las decisiones puramente políticas no suelen acabar bien.

        Déjenme que acabe con un ejemplo de lo que fue una irrealizable ilusión colectiva de Aragón, y que hoy afortunadamente ha pasado a mejor vida. ¿Recuerdan Gran Scala, aquel gran proyecto que con tanto ardor defendía el próximo Presidente de las Cortes de Aragón, el turolense Ángel Biel? ¿Saben por qué, ni al Sr. Biel, ni a su partido les ha costado demasiados votos, ni han tenido que soportar la vergüenza del ridículo? El tal proyecto era una extendida ilusión colectiva, digámoslo claramente, una locura colectiva. Habrían de llegar a los Monegros, 68,500 turistas de media al día: 25 millones al año —300 aviones, o 170 trenes, o 1100 autobuses— para dar trabajo a tantísimos miles de aragoneses. En San Petersburgo, una ciudad de 6 millones de habitantes con abundantísimos atractivos, el Hermitage no ha logrado superar los 5 millones de visitantes al año, y en el centro de los Monegros acudirían 25…

                                                                                                                                                           *Escritor i bloguero”

El AVE pasea chapa « Lo finestró del Gràcia.

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