Lo Cardenal Omella, sobre les relacions Catalunya – Aragó i els bens de la Franja

Origen: «Me quedé de piedra cuando supe que sería Cardenal» | La Comarca

Proviene de una tierra en la que aragoneses y catalanes nos tratamos como hermanos ¿Cómo ve la tensión entre Cataluña y el resto de España?
Cuando uno vive en Barcelona se da cuenta de que la tensión es más de arriba que de la calle. Yo voy por parroquias, voy por la calle y creo que esa tensión la crean ciertos grupos y medios. Es una tensión alimentada. A mí me alegra mucho ver que aragoneses y catalanes siempre han tenido muy buena relación. Ahora parece que a través de esas políticas hay cierta tensión y me duele. Hay que lanzar un mensaje de entendimiento, de paz y de hermandad. A pie de calle es cierto que a veces también se palpa algo de tensión, pero ni mucho menos tanto como trasciende en los medios y da la sensación que la imagen que se da no es correcta. Cuando escuchas a los que mandan referirse a la situación, uno se espera que en la calle no se hable de otra cosa y que la gente está crispada, pero no es así. Tenemos que trabajar todos por el bien de todos y por la fraternidad de todos. La división no lleva a ninguna parte. Eso no conduce nada sino a sufrimientos. Ojalá todos pongamos de nuestra parte, ciudadanos, políticos, periodistas, profesores, padres de familia… ¡Hagamos todo lo posible para acercarnos y dialogar por el mismo bien común!

Precisamente uno de esos escollos es el litigio de los bienes del Aragón Oriental ¿Cree que se resolverá?
Sí, yo creo que se resolverá. También he de decir que no es un problema que acapare el día a día de las personas. Es un pequeño o gran litigio, según se mire cuya no resolución aún es un fastidio. No hay peor enemigo que el que no quiere ser amigo. Yo creo que hay que trabajar desde ambas partes para buscar una solución ya. Al final son unas piezas de arte cuya resolución tiene mil maneras de hacerse efectiva. Y sobre todo cuando uno las reclama deben devolverse. Permítame la comparación, pero esto es un poco como cuando dos niños agarran un juguete y ninguno de los dos la suelta. Perdón por la expresión pero si reclaman unas obras, deben de devolerse. Mi deseo es que vuelvan, como siempre he dicho y creo que así será.
¿Cómo fue ese nuevo reencuentro con los suyos en Cretas el pasado fin de semana?
Teníamos las primeras comuniones de los niños de mi pueblo y me comprometí a ir ya el año pasado. Evidentemente no sabía que iría ya como cardenal. Los cretenses estaban muy contentos, pero lo que dije es que no quería honores ni que la cosa se centrase en mi. Los protagonistas eran los chavales que recibían por primera vez la Comunión. Ya habrá dias para cantarle una jota al nuevo Cardenal.

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