La inutilidad de las lenguas (para quienes no entienden)
Jueves, Noviembre 19, 2009 19:19
A estas horas los Príncipes de Girona, Felipe de Borbón y señora, ya habrán inaugurado la nueva sede del Instituto Cervantes de Rabat, en Marruecos. En un viaje oficial, con su séquito de escoltas, policías y militares, y acompañados del ministro español de Exteriores, también con su séquito, se han trasladado a Marruecos para destapar la plaquita que da fe del evento.
Hace nada nos informaban de que el Instituto Cervantes (sólo el Instituto Cervantes) vería aumentar su presupuesto un 0,4% el año que viene, hasta pasar de 103 millones de euros. Esto es lo que dijo entonces el diputado del PP José María Lasalle:
El portavoz del PP en la comisión, José María Lasalle, ha felicitado a Caffarel por el incremento del presupuesto del Instituto Cervantes, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, pues si hubiera estado “al abrigo” del departamento de Cultura tendría “menos dotación”. “Ha conseguido algo importante y aplaudimos su gestión”, ha añadido Lasalle quien ha reiterado que el PP no comparte que el Instituto Cervantes pertenezca a Exteriores. En este sentido, Carmen Caffarel ha señalado que “siente” que el Cervantes depende de tres ministerios, Cultura, Exteriores y Educación, con los que trabaja “día a día”.
Al margen de que pertenezca a uno u otro ministerio, hay que felicitarse de la dotación de presupuestos para la cultura y, en este caso, para las lenguas. La RAE, por ejemplo, recibe de los presupuestos del Estado más de 4 millones de euros al año más otro medio millón más aportado por cada una de las Comunidades Autónomas, sin incluir actividades patrocinadas o subvencionadas de diferentes maneras.
Todos estos gastos no son objeto, como vemos, de preguntas en el Parlamento por parte del PP, ni de airadas acusaciones de despilfarro, ni, por supuesto, de intentos de recorte. Sin embargo, el mismo PP (que se supone que dicen lo mismo en Madrid, Zaragoza, Barcelona o Murcia, se supone, digo), hoy, y antes de que ni siquiera se debata el anteproyecto de ley de lenguas, ha preguntado en las Cortes por el gasto económico que supondrá la “política lingüística” en Aragón. Y si lo preguntan, como ya vimos, no es porque crean que será poco, sino porque quieren que la defensa de los derechos humanos de los aragoneses que tienen otra lengua materna distinta del castellano sea a coste 0.
Precisamente esta semana un juez daba con la clave de todo esto, la inutilidad de las lenguas. Decía el señor juez de Alcorcón que educar en gallego “es inútil”. Y tenía razón. Para ese juez, que, por supuesto, no habla gallego, hablar gallego es inútil, porque no conseguirá entender a quienes lo hablan (y no hablo del idioma, sino de las personas). Herederos de aquellos que iban y van por Europa hablando español a gritos “porque en todas partes te entienden”. Son incapaces de ponerse en la piel del otro, del que habla otra lengua. Del que no habla sólo su lengua. Así que el PP, que alaba el aumento del gasto público para el Cervantes, para la RAE y para la difusión del español por el mundo (cosa loable, por otra parte), quiere que la protección de las lenguas de Aragón, y sobre todo, de sus hablantes, sea a coste 0. Es decir, que no se respeten ni los derechos humanos, ni lingüísticos, ni siquiera la Constitución española, el Estatuto o la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón. Para ellos es inútil hablar aragonés o catalán en Aragón. Ellos no lo hablan, y nunca nos entenderán.
Y como me ha propuesto @moncasidealvear en Twitter, recomiendo, además, el artículo de Manuel Rivas sobre el ínclito juez de Alcorcón.
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