«Al contrario -justificó- buscábamos concienciar a los vecinos de que los tambores y bombos que se están introduciendo en las procesiones desde hace una década no son propios de nuestra celebración». Según este tarraconense, desde el año 2000 las cofradías de la localidad han incorporado de manera masiva los tambores y bombos a las celebraciones. «Se ha roto parte de la esencia de nuestra celebración ya que la Semana Santa de Tarragona se ha caracterizado siempre por el más absoluto silencio». En este sentido, el diseñador escogió la referencia a Calanda al tratarse del «municipio más conocido donde se tocan estos instrumentos».
Precisamente, este detalle ha sido el que ha suscitado el elogio entre los calandinos, al considerar que se ha ensalzado todavía más la fama de su seña de identidad «semanasantística». El alcalde de la localidad, José Ramón Ibáñez, reconoció que la anécdota le había resultado simpática y que resulta todo un «elogio que para alguien de fuera Calanda sea sinónimo de tambores y bombos».
Asimismo, Ibáñez añadió que entiende que los tarraconenses quieran «defender la esencia de su Semana Santa, que no se caracteriza por los tambores y los bombos como en el Bajo Aragón».
Más de 200 camisetas
El responsable de la campaña explicó que se han editado más de 200 camisetas para que el mensaje cale entre la población de Tarragona. «Todavía no se han repartido todas pero es cierto que la gente va tomando conciencia de que hay que suprimir los tambores y bombos de nuestra fiesta», añadió Sergi Amenós. El objetivo es que la Semana Santa de Tarragona vuelva a salir a la calle como lo hacía antaño, en el más absoluto de los silencios. «Al fin y al cabo, cada celebración tiene su identidad y nosotros tenemos que defender la nuestra», concluyó el escultor.