Senderes de gebre nos habla, sobre todo, de la moral, de la injusticia y de la miseria, tanto la económica como la de la conciencia del individuo y la sociedad.

La autora centra mucho su interés en el mundo de la infancia y la adolescencia, y la novela, bien documentada, contiene numerosos detalles históricos, costumbristas y de intriga. El uso equilibrado de la narración y del monólogo interior de los personajes hace muy sugerente su lectura; un escrito diferente y enriquecedor.