López Susín destacó que el ejecutivo autonómico apuesta por la pluralidad lingüística de la comunidad y por eso agradeció la disposición del Parlamento Europeo, que se comprometió a colaborar con DGA «para buscar herramientas que permitan mejorar la situación en los próximos años», explicó tras su intervención.
En la actualidad el aragonés se conserva, mermado y empobrecido, en el norte de Aragón, en el área delimitada por la línea Ansó-Santolaria-Fonz-Benás. Se calcula que hoy en día hablan el aragonés en sus distintas modalidades, de una manera más o menos cotidiana, alrededor de 12.000 personas. Por su parte, el catalán es una lengua compartida con amplios territorios de otras comunidades autónomas vecinas, en unos dominios geográficos que apenas han sufrido variaciones a lo largo de los siglos, siendo hablado en una franja oriental que se extiende desde la Ribagorza hasta el Matarraña.
El número de hablantes de catalán en Aragón es de unas 40.000 personas. El caso del aragonés es más grave, ya que apenas se usa en la vida pública y en cada relevo generacional, ha denunciado López Susín, pierde la mitad de sus habitantes.