El nonaspino Hipólit Solé falleció, el pasado jueves, a los 65 años tras una larga enfermedad. Sus familiares y amigos le despidieron en un emotivo funeral, al día siguiente, en el que quedó claro que Solé dejó huella. Nonaspe ha despedido así a uno de sus hijos predilectos, vinculado con la cultura, el patrimonio y la política.
Solé fue el fundador e impulsor de la Asociación Amics de Nonasp en 1996, donde ha compartido camino con amigos de toda la vida, como José María Ráfales, quien es el actual presidente. «Era el alma y es una persona irreemplazable», asevera su amigo de la infancia. El nonaspino se involucró en obras de teatro, fue el editor de la revista El Portal y se embarcó en la aventura de trabajar en la televisión de Nonaspe, en donde estuvo entre seis y siete años en activo. Además, fue el presidente de la Asociación Cultural del Matarraña (Ascuma) más longevo, ostentando el cargo durante 14 años desde 1994.
Homenaje en octubre
Nonaspe iba a acoger el encuentro anual de Ascuma para realizar un homenaje a Solé, por su trayectoria y acompañados también por las entidades locales a las que estaba vinculado. Pese a su reciente fallecimiento, la cita continuará en pie con un homenaje a la memoria del nonaspino.
El dialecto del municipio también era una de las preocupaciones de Solé, por ello trabajó en un proyecto de defensa de la lengua y la cultura. Ráfales asevera que esta reivindicación era una de sus mayores características: «Su vida era su pueblo».
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Hipólit Solé con miembros de la Asociación Amics de Nonasp./ Amics de Nonasp
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Solé en su época en TV Nonaspe./ Amics de Nonasp
En ese afán por trabajar por el territorio, el nonaspino también llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Nonaspe durante dos legislaturas, compartido con el Ayuntamiento de Fabara, y cuatro años como consejero comarcal de Turismo, junto a Chunta Aragonesista. «Era un luchador y defensor del patrimonio, la cultura y la lengua. Una persona paciente, cabal y que nunca levantaba la voz. Un ejemplo», recuerda el portavoz del grupo en Caspe y Comarca, Rafa Guardia.
La pasión por su municipio se materializó también un matrimonio de raíces nonaspinas. Solé conoció a su mujer Dolores de jóvenes, en una de las ocasiones que ella regresaba al pueblo natal de sus padres. Juntos iniciaron una vida común en Nonaspe, con su hija Laia.
