- En Aragón es verdad, se vive muy bien. En Aragón vivimos fenomenal. Estamos cerquita de Salou, estamos…
- Lo conoce bien usted.
- Bueno, estábamos hablando. Os he hecho… os he hecho, digo, decir esto me vais a permitir la broma, pero es que “yo parlo el catalá de veritat. Molts estius en la Costa Daurada jo viure TV3 i parlo una miqueta de…” … es mentira, no hablo catalán.
- Si vol podem continuar en català. Perquè primera que l’entén perfectament.
- Entens, entens, entens…
- Que mira, ahora que sale este tema y que nos quedan dos minutos, y tampoco queremos quitarle más tiempo. Sobre el tema del catalán en la Franja d’Aragó
- ¡Aragón oriental!
- … o Aragón Oriental
- No nos gusta la Franja
- Bueno, ¿aquello que es LAPAO todavía existe? ¿Sigue existiendo o no? Porque creo que fue un invento raro, ¿no? Era que era la lengua de la Franja… Bueno, no sé muy bien cómo era aquello. Pero estamos de acuerdo en que hablan catalán aquellas personas que viven en aquella zona de Aragón.
- Dejadme que os cuente algo que también explico mucho. A mí me encanta que la gente hable lo que le dé la gana. Es decir: ¿y qué dice el Estatuto de Autonomía de Aragón? Artículo 7 del Estatuto de Autonomía de Aragón: nosotros tenemos que respetar las lenguas y las modalidades lingüísticas propias de Aragón. Cuando se aprobó el Estatuto de Autonomía de la comunidad autónoma hubo un debate sobre incluir aragonés o catalán en el Estatuto de Autonomía y no lo hicimos. Lo que hicimos fue, con una amplísima mayoría, hablar de las lenguas y de las modalidades lingüísticas de Aragón. Y la realidad es que en Aragón este asunto, en el día a día, no genera un debate. La opinión, ¿cuál es la opinión? Es que en Fraga hablan fragatí con normalidad, en Mayén hablan maellano con normalidad y en Benasque hablan benasqués con normalidad.
- El alcalde de Fraga, la alcaldesa de Mayén y el alcalde de Benasque, que son del Partido Popular… Es decir, no lo digo yo: son localidades en las que mayoritariamente han decidido lo que hablan. Y cuando hay una imposición respecto de “no, lo que habláis allí es catalán”, bueno, ellos no lo quieren llamar catalán. Los aragoneses no lo queremos llamar catalán. Es decir, los aragoneses queremos llamarlo de otra forma distinta. Este debate: ¿alguien duda de que en la Comunitat Valenciana se habla valenciano? ¿No?.
- Alguien sí lo duda
- Claro… Bueno, yo creo que está bastante claro que en la Comunidad Valenciana hablan valenciano, y lo que dice su Estatuto de Autonomía es exactamente eso. Y en Aragón hablamos lenguas y modalidades propias de nuestra comunidad autónoma. Y lo hacemos con normalidad, y lo hacemos con libertad, y no tenemos ningún problema.
- Pero valenciano es lengua oficial en la Comunidad Valenciana; en Aragón no lo es. Las diversas lenguas a las cuales usted se refería en Aragón…
- Pero en Aragón tú te puedes dirigir a la administración en castellano, no es obligatoria ni siquiera en la zona donde se hablan. Bueno, es optativa, ¿no?
- A ver, pero claro, faltaría más. Quiero decir: cualquiera que quiere estudiar… En Fraga, los niños en el colegio tienen una asignatura que se llama “catalán”, igual que los niños en Huesca, arriba en el Pirineo, tienen asignaturas que se llaman “francés”. Sí, claro. Es decir, hay mucha gente que opta por estudiar esas asignaturas por cuestiones tan prácticas como la vecindad. Y lo hacen con normalidad absoluta. Pero yo creo que el sentimiento mayoritario que hay en nuestra comunidad autónoma, y luego el término jurídico que utiliza nuestro Estatuto de Autonomía, es el que os acabo de contar. No hay debate. O sea, no hay un debate con la pasión que yo veo en algunos sitios. Y sobre todo, lo que no estamos dispuestos es a que nos digan que nosotros somos ninguna Franja. No somos ninguna Franja. Eso es Aragón, es el Aragón Oriental. La Franja tiene consideraciones políticas, en mi opinión, que nosotros no estamos dispuestos a aceptar desde ningún punto de vista. No es una Franja, es Aragón Oriental. Y la normalidad y la libertad me parece que es lo que mejor nos sienta.
El nonaspino Hipólit Solé falleció, el pasado jueves, a los 65 años tras una larga enfermedad. Sus familiares y amigos le despidieron en un emotivo funeral, al día siguiente, en el que quedó claro que Solé dejó huella. Nonaspe ha despedido así a uno de sus hijos predilectos, vinculado con la cultura, el patrimonio y la política.
Solé fue el fundador e impulsor de la Asociación Amics de Nonasp en 1996, donde ha compartido camino con amigos de toda la vida, como José María Ráfales, quien es el actual presidente. «Era el alma y es una persona irreemplazable», asevera su amigo de la infancia. El nonaspino se involucró en obras de teatro, fue el editor de la revista El Portal y se embarcó en la aventura de trabajar en la televisión de Nonaspe, en donde estuvo entre seis y siete años en activo. Además, fue el presidente de la Asociación Cultural del Matarraña (Ascuma) más longevo, ostentando el cargo durante 14 años desde 1994.
Homenaje en octubre
Nonaspe iba a acoger el encuentro anual de Ascuma para realizar un homenaje a Solé, por su trayectoria y acompañados también por las entidades locales a las que estaba vinculado. Pese a su reciente fallecimiento, la cita continuará en pie con un homenaje a la memoria del nonaspino.
El dialecto del municipio también era una de las preocupaciones de Solé, por ello trabajó en un proyecto de defensa de la lengua y la cultura. Ráfales asevera que esta reivindicación era una de sus mayores características: «Su vida era su pueblo».
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Hipólit Solé con miembros de la Asociación Amics de Nonasp./ Amics de Nonasp -
Solé en su época en TV Nonaspe./ Amics de Nonasp
En ese afán por trabajar por el territorio, el nonaspino también llegó a ser concejal del Ayuntamiento de Nonaspe durante dos legislaturas, compartido con el Ayuntamiento de Fabara, y cuatro años como consejero comarcal de Turismo, junto a Chunta Aragonesista. «Era un luchador y defensor del patrimonio, la cultura y la lengua. Una persona paciente, cabal y que nunca levantaba la voz. Un ejemplo», recuerda el portavoz del grupo en Caspe y Comarca, Rafa Guardia.
La pasión por su municipio se materializó también un matrimonio de raíces nonaspinas. Solé conoció a su mujer Dolores de jóvenes, en una de las ocasiones que ella regresaba al pueblo natal de sus padres. Juntos iniciaron una vida común en Nonaspe, con su hija Laia.















