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Category: Matarranya

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Así no hay manera de entenderse – Opinión – El Periódico de Aragón.

A nosotros nos ha tocado hacer lo que podemos por Aragón, por Cataluña, por Europa y por el mundo

  • Así no hay manera de entenderse -
    Así no hay manera de entenderse –

JOSÉ Bada 30/10/2014

Acabo de llegar de mi pueblo –de Favara del Matarranya– después de celebrar el sábado 25 de octubre, el IV Foro de la Asociación Cultural Wirberto Delso. Por si no lo saben, les diré que Wirberto fue el cura del “caso de Favara” : un caso y un cura de la periferia como otros muchos que también han desaparecido y que buena falta nos hacen. En la Iglesia, igual que en los partidos políticos, se ha dado en las últimas décadas una evolución perversa por “selección natural” de los elegidos. Primero fue en la Iglesia después del Vaticano II, y más tarde en los partidos políticos después de la Transición. Es oportuno recordar que los excedentes eliminados por la Iglesia en España, marginados o salidos de los movimientos y organizaciones católicas, pasaron a cubrir en proporciones llamativas los cuadros y candidaturas de los partidos de la izquierda al comenzar la Transición. Pero hoy, cuando las energías utópicas de las fuentes tradicionales parecen agotadas, se necesita como nunca una nueva sacudida del espíritu que arranque los matojos en una tierra desolada en la que crece el desierto por todas partes. Pero dejemos a la Iglesia en paz, no sin desear a Francisco que le vaya bonito, y vayamos al grano que nos duele o que me duele, mejor dicho, al volver de mi pueblo y regresar a Zaragoza.

El tema sometido a discusión en Favara fue la incertidumbre en la Franja : “Entre castellanos y catalanes… nosotros en medio”, como se había anunciado en la convocatoria. Ese mismo día y a la misma hora se celebraba en Alcañiz el I Foro de la Concordia sobre las relaciones con Cataluña en la situación actual. No pude asistir, lo lamento. Me había comprometido antes con los de mi pueblo, y estuve en punto donde tenía que estar acompañado de Marcelino Iglesias y entre amigos y paisanos de las comarcas orientales de Aragón en las que hablamos y nos entendemos perfectamente unos y otros en lengua catalana.

Después de la presentación del alcalde, Paco Domenech y del presidente de la AWD Pedro Carceller, me tocó describir el contexto y la situación del problema a debatir. Estamos aquí, les dije, no por nada sino porque es la única manera de estar en el mundo. El que no está aquí donde quiera que esté, está en la higuera, en Babia o anda por los cerros de Úbeda: no está en el mundo. Aquí es el lugar de la responsabilidad, y si algo podemos hacer en el mundo y para el mundo lo tenemos que hacer aquí. No podemos perder la cabeza donde sentamos las posaderas, ni las manos donde las ponemos. Y a nosotros nos ha tocado hacer lo que podemos hacer por Aragón, por Cataluña, por Europa y por el mundo mundial –lo poco que solo nosotros podemos hacer– aquí mismo donde vivimos, y a vosotros, “es a dir, en la Franja o com se digue clar i català”.

En esa lengua me entendí con mis paisanos y con Marcelino –que es de Bonansa– y con otros aragoneses de la Franja. Pero hablamos también en castellano, los dos, y más de uno de los asistentes. Esa costumbre de hablar con todos y de entenderse con todos según se tercie en una u otra lengua es común en ambos lados de la Franja ya sea del Ponent o del Saliente según se mire. Tengo un sobrino nieto, hijo de una bateana y casado con una caspolina, a quien visité estos días y que me contaba: “Carlitos y Sergio, me hablan a mi en catalán y a su madre en castellano”. Se refería a sus hijos, el mayor de cuatro años. Así los cría y así me criaron. Y en ese ambiente se desarrolló el debate, del que no voy a ocuparme ahora y del que espero que la AWD publique una transcripción lo antes posible.

Pero he aquí que al llegar a Caspe de regreso, al comprar El Heraldo del domingo, al hojearlo, tropiezo con la realidad cazurra de los que no quieren enterarse de la situación actual del mundo en el que vivimos : “Cataluña –leo– vuelve a anexionarse el Aragón oriental en una encuesta lingüística”. Y en el subtítulo: “La Generalitat pide ayuda a la DGA para saber cuántos vecinos hablan catalán en las comarcas orientales. El Ejecutivo se niega y dice que “Cataluña acaba donde empieza Aragón”.

La noticia y su comentario, que no voy a comentar, es una burda manipulación de una carta que se adjunta en letra pequeña y que solo pude leer con lupa al llegar a Zaragoza. La dirige “atentamente” Ester Franquesa i Bonet, directora general de Política Lingüistica de la Generalitat al Ilmo. Sr. Manuel Magdaleno Peña, director general de Política Educativa del Gobierno de Aragón. Pero el Ejecutivo que responde, la que ejecuta sin contemplaciones en esta materia, es la consejera Dolors Serrat que ya nos ha anticipado lo que piensa contestar a la Generalitat. Y con ella que es de Ripoll, no hay manera de entenderse en catalán. Ya saben, apenas habla LAPAO.

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Las dos Españas de Internet | España | EL PAÍS.

Ricardo Lop vende cuchillos a 140 países desde Teruel. / david asensio

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El silencio responde al otro lado del teléfono. Tras unos segundos una voz mecanizada informa de que “el teléfono móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura”. El de Paul Reynolds no está apagado. Se encuentra claramente fuera de cobertura. Hay que intentarlo hasta 10 veces para lograr escuchar un “hello?”.

Este inglés de 50 años regenta una casa rural en Fórnoles, (Teruel). La señal de la Red apenas llega a su pueblo. Esta comarca es una de las regiones españolas más golpeadas por la brecha digital que acentúa la marginación de muchas zonas rurales. La exclusión tecnológica impide el desarrollo de empresas y también propicia “el desamparo de los ancianos”, como asegura María Ángeles Rubio, profesora de la Universidad de Zaragoza, que ha realizado un estudio sobre tecnología aplicada a mayores en pueblos. La carencia de telecomunicaciones acrecienta el aislamiento ya impuesto por la geografía y se convierte en un factor de despoblación.

En la comarca del Matarraña, donde se asienta la casa rural de Reynolds, cuando se pregunta por un pueblo desconectado la primera respuesta siempre es la misma: “Fórnoles, habla con Paul”. Le siguen una retahíla de pueblos encastrados entre montañas de pinos y sabinas. Fórnoles apenas cuenta con 93 habitantes, aunque en los años cincuenta eran más de quinientos. Reynolds promociona su casa rural en una web a pesar de que tampoco consigue conectarse regularmente. “Acabo de colgar el teléfono a la compañía de Internet… te prometen mucho, pero sabes que es mentira”. Se vio obligado a invertir en una instalación doméstica que amplificase la señal de la antena más próxima.

—¿Funciona?

—Cuando quiere.

Apenas a media hora de Fórnoles, una carretera secundaria conduce a Castelserás, un hervidero de empresas online. Allí no hay vecino —y son 800— que no esté vinculado a algún negocio que ofrezca sus servicios o distribuya sus productos a través de Internet. Hay tiendas de segunda mano, distribuidores de suministros informáticos, de hostelería, consultores de marketing. Una diversidad económica a la que el pueblo de Reynolds no puede optar. En Castelserás puedes comprar en la web de la cooperativa local pan recién hecho, aceite o jamón: “Te lo descuelgan del secadero para llevártelo a casa”, explica Ricardo Lop. Todos le conocen, es el espejo donde cualquier pequeño empresario se quiere reflejar. Lop descubrió la Red gracias a un curso que ofrecía la asociación de empresarios de la zona, de la que ahora es presidente. “Aluciné con aquello de poder ver cosas que estaban al otro lado del mundo”, recuerda todavía asombrado. Aparcó el tractor y montó una web en la que ni sabía qué iba a vender. “Ojeé un catálogo en la tienda de cuchillos de mi hermano y dije: ¡esto!”. Quince años y mucho esfuerzo después, su obstinación le ha reportado 45.000 clientes en más de 140 países. Ya no vende solo cuchillos. Desde Aceros Hispania envía sables, armas medievales y de fogueo. Vende perdigones a Pakistán y navajas suizas… a Suiza. Físicamente su oficina está a escasos metros de su casa, frente a los establos de ovejas del pastor del pueblo, pero sus almacenes están “donde hace falta”. “Ventajas que da la Red, no necesitas estar en la ciudad”, dice.

Internet puede marcar la división entre la prosperidad y la decadencia. El 30% de los hogares españoles no tiene conexión a Ia Red, según datos del INE, 10 puntos más que la media europea de 2013. La mayoría reconoce que es porque no puede asumir los gastos. Lo sabe bien Paul Reynolds, que invirtió 900 euros en su antena amplificadora de señal.

El 30% de los hogares españoles no tiene conexión a la Red, 10 puntos más
que la media europea

“Las telecomunicaciones son herramientas básicas. En el caso de las áreas rurales, no disponer de cobertura para el móvil o no tener una conexión rápida a Internet es una limitación grave. Sin duda, acentúa el carácter periférico de un lugar”, explica Luis Antonio Sáez, profesor de la Universidad de Zaragoza y miembro del Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales. Aclara que tenerlas no añade una ventaja, es su carencia la que “juega en negativo”.

Los que tienen un negocio en los pueblos de Teruel recalcan que el perjuicio es enorme. Las frases se repiten: “Pierdes reservas”; “te pasa algo y no puedes ni llamar”; “somos los olvidados”. Javier Moragrega suscribe estas ideas. Dueño de un hotel en Beceite, un espectacular enclave, lo experimenta cada día. Su dependencia de Internet es absoluta, asegura que ya no hay cliente que no pase por la web, “es un escaparate al mundo” y, sin embargo, pasa días sin conexión.
La mayoría de la población de las zonas periféricas es mayor, la menos familiarizada con el mundo virtual. La profesora Rubio ha trabajado con ellos: “En muchas ocasiones los ancianos abandonan los pueblos, no porque sean personas dependientes, sino por el miedo, por no tener una ayuda cerca”. Su departamento de la Universidad hizo un estudio sobre el terreno. Llevaron diferentes aparatos electrónicos para acercar a los mayores las funciones que ofrecían y “la predisposición a usarlos fue muy positiva”. Con un smartphone podían contar con un servicio de teleasistencia fuera del hogar, con localizadores por si se desorientan y recordatorios para la medicación o las citas. “Se sentían más seguros y comunicados con su entorno”. Rubio querría desarrollar el proyecto para conseguir que los mayores no abandonen su lugar de origen. Pero choca con la falta de financiación y las deficientes telecomunicaciones.

Javier Moragrega, hotelero en Beceite, pasa días sin conexión. / D. Asensio

“Son tan imprescindibles como el agua corriente”, afirma Fernando Beltrán, profesor de Ingeniería y ex director general de Tecnologías para la Sociedad de la Información del Gobierno de Aragón. Beltrán señala la dificultad de llevar a cada rincón de España una tecnología que requiere primero de inversión pública y después del interés privado, pero reconoce y reivindica la importancia de hacerlo: “El no acceso a Internet trunca las expectativas vitales de una familia. Puede que no consigamos atraer población [con buenas telecomunicaciones], pero sí fijarla”.

Los lugareños aclaran que no se trata de conseguir lo mismo que en una ciudad, pero sí un servicio digno que les iguale en oportunidades. “El rural aporta mucho: turismo, alimentos, compensa la contaminación… damos y queremos recibir”, defiende el hotelero Javier Moragrega, quien pasa días incomunicado por el mal tiempo: “Saltan los fusibles que nos dan señal, hasta que va el alcalde a levantarlos…”.

El pasado marzo la Unión Europea (UE) publicó un informe en el que consideraba que los usuarios de Internet están expuestos a una “lotería geográfica en lo que respecta al precio, la velocidad y la oferta de servicios de banda ancha”. Los que siempre ganan son los núcleos urbanos más grandes —Madrid y Barcelona concentran el 62% de la fibra óptica de España—. La UE ha fijado unos objetivos para 2020 en materia digital que incluyen que “toda la población cuente con acceso a Internet de banda ancha”. Las zonas rurales esperan que ese momento llegue mientras otean un horizonte desconectado.

FE DE ERRORES

En la primera versión de esta noticia se situaba  el pueblo de Fórnoles en la sierra de Albarracín, pero se encuentra en la comarca del Matarraña.

Declaracions a Ràdio Matarranya

Ràdio Matarranya: Tema que preocupa, por lo menos en la zona del Matarranya: LAPAPYP, LAPAO, catalán, aragonés… ¿Qué hacemos con eso, o qué quieren hacer desde el Partido Socialista?. ¿Cuál es su posición?.

Javier Lambán (president del PSOE a Aragó): Lo que quiere hacer el Partido Socialista es reconocer la realidad, estar además orgullosos de esa realidad, y  lo que no queremos hacer es el ridículo como lo que esta haciendo el gobierno de la señora Rudi. Está hablando usted, de alguien que estudió en Barcelona, yo aprendí catalán, yo hice exámenes en catalán, me parece que era lo mínimo que podía hacer yendo a estudiar a Barcelona. Amo Catalunya, amo el catalán, amo la cultura catalana. Y creo que quienes vivís en esta zona, quienes desde niños habéis aprendido catalán, quienes os expresáis con toda naturalidad en catalán, debéis tener la oportunidad de aprender vuestra lengua en la escuela de una manera preferencial. Por tanto, en este tipo de polémicas que se están suscitando en los últimos tiempos, mi posición es absolutamente clara: reconocimiento de la realidad, manifestación de orgullo porque parte de la realidad aragonesa sea catalanoparlante y se exprese en catalán, y apoyo a que en los colegios tanto en la primaria como en la secundaria, no sólo exista la posibilidad remota de estudiar catalán, sino la posibilidad cierta y veraz de aprender catalán

Lo Català a la Franja és una web que recopila informació sobre la Franja i les seues comarques, conté informacions sobre llengua, activisme, lleis de llengües i LAPAO, literatura, recerca, i evidentment, sobre el propi territori del Matarranya, Baix Cinca, Llitera i Ribagorça, a més de les relacions de la Franja amb Aragó, amb Catalunya o amb el País Valencià. Però a més, també estem molt orgullosos dels documents estàtics que hem anat fent: delimitació de les poblacions de la Franjapropostes del seu nom en català, avals per al nom llengua, o la recopilació de debats sobre la Llei de llengües a Aragó.

locatala

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