Suma y sigue. El PP contra los aragoneses (y sus lenguas) | Purnas en o zierzo

Suma y sigue. El PP contra los aragoneses (y sus lenguas)

Sábado, Octubre 24, 2009 19:43

Publicado en la categoría Purnas, en aragonés

Miguel Navarro Félez es el portavoz de cultura del Partido Popular en las Cortes de Aragón. Portavoz de Cultura y experto filólogo según el artículo que ha publicado hoy Heraldo de Aragón (y que transcribo a continuación porque no está en la web). Echemos un vistazo primero a la biografía de Miguel Navarro Félez, portavoz de Cultura del PP en las Cortes de Aragón. Félez es natural de Alcañiz, e Ingeniero Técnico Industrial. Como todo el mundo sabe, en las carreras de Ingenieria Técnica (que por aquel entonces que este hombre estudió se llamaban peritos y no ingenieros técnicos), digo, además de física y otros cálculos hay unos completos estudios de romanística, filología clásica, sociolingüística y dialectología varia. Para empezar.

Transcribo el artículo a parrafitos, para ir desgranando poco a poco un texto que no es más que el resumen de su intervención en el debate del otro día.

El día 8 debatimos en las Cortes la toma en consideración (…). El PP quiere garantizar el cumplimiento del artículo 7 del Estatuto de Autonomía, que obliga a proteger las “modalidades lingüísticas propias de Aragón” y a que una Ley de Cortes establezca su uso, protección y promoción. Pero ese mandato no se cumple con la ley presentada por el PSOE, que es un despropósito.

A ver si nos explican por qué. Quiero decir, la ley del PSOE puede ser un despropósito, pero, desde luego, los motivos por los que yo puedo pensar eso no serán los mismos que los del PP. Veamos.

Es imposible estar de acuerdo con el espíritu y los objetivos de un articulado que pivota sobre el aragonés y el catalán como lenguas propias de Aragón y desprecia su auténtico patrimonio cultural, sus modalidades lingüísticas , que sí que le son propias, y muy poco tienen que ver con el catalán de Barcelona y el aragonés estándar, dos lenguas de laboratorio que pretenden imponerse como patrones de normalización.

Esto lo dice un Ingeniero Industrial, que, por lo que se ve, considera que la RAE crea un idioma artificial de las miles de lenguas que hablan los que hablamos castellano, argentino, paraguayo, uruguayo, soriano, malagueño, sevillano, etc, etc. Navarro distingue entre modalidades lingüísticas y lenguas artificiales, aunque no nos dice esas modalidades lingüísticas de donde vienen. Un párrafo lleno de sabiduría filológica que, por otra parte, echa además, por tierra toda la labor de la Real Academia de la Lengua Española a lo largo de su historia. Boludo.

Si triunfa esa tesis no habrá normalización. En el caso del catalán se suplantarán las variedades lingüísticas del Aragón oriental por una lengua ajena.

Nuevo pensamiento erróneo. La enseñanza de cualquier lengua siempre se hace en su variante normalizada, aunque se enseñan las diferencias dialectales de la zona. Algo, que, por otra parte, no pasa en el castellano de Aragón, pero ese es otro problema. En todo caso, esas modalidades surgirán de algún sitio, y, como los filólogos de todo el mundo saben después de estudiarlo, lo que hablan nuestros paisanos de la Franja es catalán, con sus peculiaridades locales y comarcales, pero catalán. Igual que lo que hablan en Tauste o Albarracín se diferencia entre sí y con lo que hablan en Sevilla pero es castellano, y utilizan los mismos libros para aprenderlo, aunque en Aragón no digamos quillo ni en Andalucía encorrer (préstamo del aragonés).

En el caso del aragonés normalizado, se fomentará un empobrecimiento de las hablas pirenaicas. Es falso que la Ley se adapte a la realidad sociolingüística de Aragón. Lo que busca es transformar esa realidad en perjuicio de la cultura y la identidad aragonesas.

Este párrafo, que parecen dos, no hay quien lo entienda. Las hablas pirenaicas son variedades dialectales de una lengua, el aragonés, que nunca ha dispuesto de los medios para ejercer su proceso de normalización (como han hecho el castellano o el catalán), y que requiere de una actuación política que apoye la labor social para evitar, entonces sí, que desaparezca del todo. Lo que está empobreciendo lo que este “filólogo” llama “hablas pirenaicas” es la penetración única y exclusiva del castellano y la escasa presencia del aragonés (ni unificado ni sin unificar) en la escuela, los medios de comunicación, los carteles o los folletos informativos.

La segunda parte del párrafo es una frase vacía que no se sostiene en ningún argumento anterior ni posterior. Es decir, es una simple declaración basada en el prejuicio. La inacción política a favor de las lenguas de Aragón es la que perjudica la cultura e identidad de los aragoneses.

Tampoco resiste el análisis económico. ¿Cómo explicarán a los ciudadanos que en medio de esta crisis se va a desarrollar una normativa con un elevado coste que la DGA ni siquiera se ha molestado en calcular?¿Alguien sabe cuántos profesores habrá que contratar para impartir la enseñanza en catalán y aragonés?¿Cuánto costarán las publicaciones oficiales en las distintas lenguas, la toponimia, la creación de un órgano administrativo nuevo? Los aragoneses tienen derecho a saber cuánto les va a costar la aplicación de esta ley errónea e innecesaria.

Tiene el señor Navarro razón en una cosa. Los aragoneses queremos saber cuánto va a costar la aplicación de esta ley, pero el argumento económico es demagógico, toda vez que el PP hoy mismo demandaba la creación de un órgano de control de la televisión pública aragonesa, o apoya las operaciones iniciadas en Castanesa, el apoyo a Motorland, o Gran Scala, que sí que cuestan dinero al erario público. Dinero de verdad, quiero decir. Flojo y demagógico argumento que habrá que recordar al PP cada vez que en sus ayuntamientos pongan un macetero, o apoyen la retirada de carteles bilingües para imprimir otros sólo en castellano, como en el Ayuntamiento de Zaragoza. En todo caso, yo prefiero el gasto en el apoyo, protección y promoción a las lenguas propias de Aragón, osea, el aragonés y el catalán, que en la promoción del Ski, de Motorland, de Aramón o de Gran Scala. Si es una opción de gasto, yo la tengo clara.

Pero al Sr. Iglesias le corre prisa dejar resuelta su particular visión lingüística, poderosamente marcada por su impronta catalanista, no por la realidad sociolingüística aragonesa.

Esta es de traca. El Sr. Iglesias lleva 10 años en el gobierno. 10 años en los que no ha impulsado esta ley, a pesar de las continuas promesas. Menuda prisa lleva para dejar resuelta “su particular visión lingüística” que consiste, ni más ni menos, que en hacer caso a lo que los filólogos dicen. Para Navarro, lo de la particular visión, debe ser como creer en la gravedad. Ah, si es que si tiras un objeto al aire cae, claro. Sí que es particular, sí.

Se lo dirán muy claro en los municipios del Aragón oriental, donde la mayoría no se identifica con el catalán como lengua propia.

Eso del Aragón oriental siempre me ha hecho gracia. Es como un Aragón lleno de chinitos que ahora han puesto de moda, pero bueno, respecto al otro “argumento” puede ser que “la mayoría no se identifique con el catalán como lengua propia”, pero eso no quita para que no sea catalán lo que hablen. Puedo yo creer que mi dolor de tripa es apendicitis, pero será el médico quien me diga lo que tengo. Por otra parte, señor Navarro, en la percepción de la lengua que habla uno influye el nivel al que sea tratada en el colegio, en la calle, en la administración…y decenas de años de “hablar mal”, originan denominaciones como “chapurreau”, que como bien dice la RAE es concretamente eso, hablar mal. Si tanto se preocupa usted por eso de la “identidad y cultura de Aragón”, convendrá que es hora de proteger los derechos de los hablantes y la dignificación de lo que hablan, respetando el sistema lingüístico al que pertenecen y fomentando su uso y protección. Tanto en el norte como en el este de Aragón. Usted es de Alcañiz y seguro que ha oído a gente de Fontespala, Vallderoures o La Codonyera entenderse entre ellos y con gente de Fraga, Mequinensa, Tarragona, Morella o Castellón. En catalán.

Los únicos beneficiarios reales de este despropósito residen más al este. Son los defensores de esa entelequia imperialista denominada Països Catalans. Los mismos que, usando la lengua catalana, tan digna de respeto, reclaman incluir parte del territorio de Aragón en un hipotético estado catalán.

¿No me diga que usted también habla el catalán “esa lengua tan perfecta” en la intimidad, como Aznar?. Por el momento, tanto la Franja como Cataluña, pertenecen al mismo estado, España, que en su constitución garantiza el respeto y protección de las lenguas minoritarias. Esa es la única realidad. Las entelequias, como eso del Aragón oriental o eso de los Països Catalans, no se ven afectadas por el respeto a las leyes. Constitución, Estatuto de Aragón y Carta de los Derechos Humanos incluidos. Los que tienen que saber su identidad están en la Franja y son mayoritaria y abrumadoramente aragoneses, aunque el sistemático desprecio a su cultura e identidad desde Zaragoza, a veces les haga desear lo contrario. Lo que piensen desde el este o desde Madrid está de más en esta historia de respeto (o de la falta del mismo).

Es falso que esta ley no haga mal a nadie. Afecta negativamente a todos los aragoneses. Les perjudica porque consagra como propias una lengua ajena y otra que es mera creación científica, porque atenta contra su auténtico acervo cultural, porque tendrá un elevado coste para fines innecesarios, porque será útil a quienes cuestionan la integridad territorial de Aragón y codician su patrimonio. Esta ley es una gran irresponsabilidad política del Gobierno porque solo creará problemas donde hoy no existen.

Fíjese si se hubiera ahorrado palabras (y yo transcribirlas) si sólo hubiéramos colocado este párrafo. El párrafo del miedo. Del miedo al diferente, de meter miedo con la crisis económica (de risa en este caso) y con los codiciosos catalanes. Un párrafo que no encierra nada, pero que miente. Supongo que en Ingenieria Industrial no se leen documentos medievales de Monzón, Fraga, o hasta de su querida Alcañiz, escritos en catalán. Supongo que tampoco de Huesca, L’Aínsa, Jaca o la propia Zaragoza escritos en aragonés. Supongo que crear lenguas “artificiales” solo sirve para el español académico que usted escribe pero seguro que no habla. Supongo que su modalidad lingüística castellano-alcañizana se ve colonizada por quienes piensan que el español es uno, grande y libre. Aquí y en Buenos Aires. Sólo hay que oírnos, hablamos igual y con las mismas palabras. ¿o no?.

Flaco favor hacen a Aragón, a su identidad y a su cultura, esa que dicen defender y por lo que, entre otras cosas, les pagamos el sueldo entre todos. Quizás en tiempos de crisis habría que ahorrar rebajando sus sueldos. ¿O para eso no estamos en crisis?

Suma y sigue. El PP contra los aragoneses (y sus lenguas) | Purnas en o zierzo.

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