Torre del Comte i la Freixneda: Pedirán la declaración de «zona catastrófica» por la grave granizada

Origen: Pedirán la declaración de «zona catastrófica» por la grave granizada

Situación de alerta en el Matarraña
A nivel de cascos urbanos, la peor parte se la llevó el Matarraña. La tormenta descargó con fuerza en Torre del Compte y La Fresneda, poblaciones que permanecieron incomunicadas tras la piedra que provocó la caída de la línea de telefonía fija, móvil e internet.
En Torre del Compte, se registraron piedras del tamaño de huevos de gallina y se produjeron graves daños en viviendas, cocheras, tejados, mobiliario urbano y en todos los vehículos aparcados en la calle. Incluso una vecina, Marta Bergós, fue golpeada por una bola de granizo y tuvo que ser trasladada al hospital de Alcañiz, aunque finalmente solo sufrió una pequeña herida en la cabeza. También el concejal de Cultura, Roberto Boj, sufrió golpes en las extremidades al intentar proteger a unos niños de las piedras. «He pasado mucho miedo», relató.


«Menos mal que no ha habido fallecidos. Es lo que nos hubiera faltado», dijo ayer la primer edil, Lola Lleonart, muy afectada por lo sucedido. La primer edil subrayó la colaboración vecinal y destacó que todos los vecinos mantuvieron la calma y se apoyaron mutuamente. Hoy, Lleonart ha convocado una reunión para comenzar a valorar los efectos de la tormenta y decidir qué medidas se pueden tomar. Adelantó que desde el Ayuntamiento trabajarán para solicitar la declaración de zona catastrófica. De momento, han pedido voluntarios para limpiar las calles. Mañana también se procederá a visitar la Iglesia, en pleno proceso de restauración. «Confiamos en que no se haya visto afectada y que las obras puedan continuar», añadió.
El pedrisco sorprendió a más de 150 vecinos a las cinco de la tarde en una comida popular, en el último día de las fiestas en honor a San Ramón. Muchos de los asistentes ya habían preparado su coche para marcharse por la tarde y lo tenían en la calle, cargado de maletas. Es el caso de Carmen Jódar, que esperaba regresar a Gerona una vez terminaran las fiestas. No obstante, al quedar destrozado su coche, deberá esperar a que lo arregle el seguro o volver en taxi a la ciudad. «Nos ha pillado por sorpresa. No sabíamos qué hacer. Nos hemos tenido que refugiar en las cocheras», explicó. Raquel, que ha coseguido regresar a Barcelona, tuvo más suerte. «Un vecino nos ha recomendado dejar el coche debajo de una higuera porque iba a caer una muy gorda. Le hemos hecho caso y, aunque está abollado, podemos conducirlo», contó. Hasta última hora de ayer, las grúas seguían llegando de forma constante a la localidad.

 

Otro de los lugares afectados fueron las piscinas municipales, donde muchos vecinos tomaban café a ésa hora. Además de destrozar la ducha del vaso grande, la piedra provocó la caída de árboles y ramas en el recinto. También agujereó todas las sillas y mesas del bar. Los campos de almendros y olivos de la zona corrieron la misma suerte. Algunos agricultores, fruto de los nervios, se marcharon incluso con el coche destrozado a sus campos para saber cuanto antes que es lo que había pasado.
La tormenta se trasladó a La Fresneda, donde afectó a algún tejado y a parte del mobiliario. No obstante, los detrozos fueron mucho menores. Lo mismo ocurrió en Cretas, donde si se vieron afectados los campos de cultivo.

 

El agua y el granizo empezó en el norte de la provincia, en poblaciones como Albalate del Arzobispo e Híjar, aunque, al cierre de esta edición, no se registraban daños ni afecciones en viviendas.

 

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La Franja