Durante la Edad Media, por ejemplo, en las Cortes de Aragón ya podía hablar cada uno en su lengua sin que ello ocasionara ningún problema.

Desde esa óptica, la profesora Carmen Bayod considera que los aragoneses son profundamente respetuosos con el prójimo, hondamente liberales en el sentido social del término. Durante la Edad Media, por ejemplo, en las Cortes de Aragón ya podía hablar cada uno en su lengua sin que ello ocasionara ningún problema.

Precisamente, la reciente ley de lenguas aragonesa participa de alguna manera de ese espíritu de respeto al optar por no imponer nada en lo que respecta a la lengua. Resulta curioso que esta norma recupere ahora algunas de las claves que jalonaron los albores de la Autonomía, cuando se estaban redefiniendo tanto las instituciones propias de Aragón como recuperando la esencia, no solo política, del ser aragonés.

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La Franja