¿A posizión d’o suyo partiu per o catalán chustifica a suya oposizión de tot a la lei de luengas, y per lo tanto, a la normalizazión de l’aragonés y a la esfensa d’os dreitos d’os suyos fabladors?
Es cierto que la cuestión del catalán ha centrado todo el debate, pero era el aspecto que más rechazo y polémica generaba. Yo hubiera sido partidario de una ley de protección y fomento cultural del aragonés y de las modalidades lingüísticas del Aragón Oriental, que no son catalán.
Tal y como estaba planteada la ley, no se podía diferenciar un tratamiento para una lengua y para otra y creo que, lejos de resolver un problema, su desarrollo va a generar una importante fractura social. La ley aprobada es mucho más extrema de lo que planteaba la proposición de ley socialista y estoy convencido de que su desarrollo sólo puede realizarse por un gobierno que crea en ella.
En estos momentos yo pediría un poco de prudencia en su aplicación, al menos hasta el año que viene.
