Bronca en el Senado « Lo finestró del Gràcia

Bronca en el Senado

(Article que es publicarà en breu a “La Comarca” d’Alcanyís)

“José Miguel Gràcia*

El conjunto de los bochornosos episodios del Senado del pasado día 25 fue el ejemplo más alejado de lo que debiera ser una sesión de una verdadera cámara alta de un país democrático. Gritos, abucheos, pataleos, mofas, insultos y gritos de “Zapatero dimisión”, que nos recuerdan a aquello de “Váyase señor González”, producen vergüenza ajena. Claro está, las bancadas socialistas no iban a callarse y entre los aplausos a rabiar no faltaron los gritos de “Gürtel”, “Gürtel”. Vaya forma de empujar todos en la misma dirección en tiempos de crisis… El Presidente Rojo manifestó que era lamentable, supongo que muchos españoles, entre los que me encuentro, pensamos que el espectáculo fue histérico, estéril, vergonzoso, indecente e inmoral. El Gobierno se ha equivocado, así lo creo, en algunas medidas contra la crisis y en la forma de comunicarlas a la ciudadanía y en su precipitación. Ejemplo bien claro de mi afirmación es la congelación de las pensiones.  En alguna ocasión he escrito que “hay de aquel que ose tocar las pensiones”, el colectivo de pensionistas es la fuerza electoral más importante, y además se presta a una fácil utilización interesada por parte de la oposición. ¿Y el Partido Popular qué ofrece?: la nada absoluta en cuanto a soluciones y medidas. Incluso votan en contra de las drásticas medidas de reducción de gastos, que su ideología sublima. El deseo irrefrenable de llegar al poder cuanto antes y como sea, es su único objetivo conocido. Con sus actuaciones demuestra que la crisis le trae sin cuidado. Algo habremos hecho mal los españoles para merecer esto. El horno económico no está para bollos, ni para panes, ni para tortas, ni en España, ni en Europa y aquí desde la caverna mediática madrileña se piden elecciones. Si cada país tiene el gobierno que se merece, también tiene la oposición que se merece.

Volvamos al Senado. Al margen de lo dicho sobre el bochornoso espectáculo del día 25, y tras manifestar la indignación que me produce, quiero aprovechar la ocasión dedicando las siguientes líneas a esta alta institución española. He escrito en más de una ocasión sobre la utilidad real de nuestra Cámara Alta, que quiso parecerse a la de otros países con el objetivo final de devenir Cámara de las Autonomías, y de cuya vaciedad de contenido real y nula evolución ahora sufrimos las consecuencias. La deliberación sobre los textos aprobados por el congreso sólo sirve para retrasar la aplicación de las leyes. Cualquier enmienda aprobada por el Senado debe ser aprobada nuevamente por el Congreso. No puede iniciar la tramitación de ningún texto legal. Una cámara territorial formada por cuatro senadores por provincia y tres por cada isla y un pequeño resto por comunidades, ¿qué tipo de representación democrática ostenta? ¿Qué quieren que les diga?: en mi modesta opinión, es una institución vacía de contenido real. Digo algo más: los partidos políticos suelen utilizar los escaños del Senado para colocar a aquellos políticos que no tienen cabida en puestos del Congreso o en las estructuras del partido, con honrosas excepciones.

El pasado día 24 de mayo el President de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, acudió al Senado para presentar la posición del Gobierno de Cataluña sobre la situación del Tribunal Constitucional y la imposible sentencia sobre el recurso de inconstitucionalidad del Partido Popular. La ocasión era excelente para que el Senado hubiese podido dar síntomas de convertirse en Cámara Territorial de las Autonomías. Fíjense lo que ocurrió: no se presentó ningún presidente autonómico del PP y un par o tres del PSOE. ¡Muy bien, señores! Solo nos falta la guinda del pastel. Una campaña demagógica, producto de un centralismo desintegrador, que desprecia las diferencias culturales y lingüísticas, no ha tardado en predicar por doquier los miles de euros que ha costado la utilización de las diferentes  lenguas del Estado durante la sesión del Senado. Yo les recomiendo a los predicadores que ventilen también  los cientos de millones que nos cuesta el Senado. Y ya de paso podrían ventilar el por qué de la deuda del Ayuntamiento de Madrid que representa el 24 por ciento de todos los ayuntamientos de España, y es cuatro veces superior a la de Barcelona y Valencia juntas.

*Escritor

Bronca en el Senado « Lo finestró del Gràcia.

Social Widgets powered by AB-WebLog.com.

La Franja