Peñarroya recibe a los calatravos

Peñarroya recibe a los calatravos

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Peñarroya de Tastavins ha acogido la segunda edición de la recreación de la ‘Visita de los Señores de Calatrava al Matarraña’, tras celebrarse por primera vez en 2007. El origen de esta iniciativa se encuentra en una obra de creada por el escritor e investigador peñarroyano Desideri Lombarte, que apoyado en documentación del siglo XVI narró la llegada de una comitiva enviada por la Orden de Calatrava al municipio para administrar justicia, confirmar los cargos públicos y recaudar los impuestos en nombre del Rey, una visita que se repetía cada tres años. De ahí que la organización de este evento haya querido respetar la tradicional periodicidad histórica.

Tantos los vecinos como las asociaciones de Peñarroya se han volcado en la recreación, y desde muy temprano, las calles podían verse perfectamente engalanadas con banderolas, tabernas callejeras, puestos y talleres artesanales. Además, para terminar de crear el ambiente idóneo, los vecinos dejaron por un día sus atuendos modernos para vestir jubones, vestidos y calzas típicas del siglo XVI.

De hecho, según explicó Nacho Sorolla, presidente de la Associació de Jovens de Peñarroya, la participación vecinal era un aspecto imprescindible para repetir el éxito que ya se cosechó en 2007, ya que la obra principal contó con la participación de 25 actores del municipio.

La jornada arrancó temprano en la calle del Vent, cuando se sirvió un almuerzo popular para tomar fuerzas para un día cargado de actos. En las calles del centro se colocaron los expositores y los talleres artesanales, donde los numerosos visitantes aprendieron cómo se fabricaba el jabón, el queso o las cestas de mimbre, y cómo se trabajaba antaño el hierro, la cerámica o la piedra. Especial éxito tuvieron algunos de los postres preparados por la Asociación de Mujeres, como los crespells o los dabocs.

Junto con las asociaciones culturales de la localidad, los comercios también han aportado su granito de arena instalando sus expositores para la venta de productos. Por ejemplo,  el jamón y los embutidos de Virgen de la Fuente o los quesos l’Escresola, mientras la herboristería Matarranya enseñó la forma de mezclar los aceites de oliva para crear cosméticos.

Durante la feria de los oficios, se quiso recuperar algunos de los trabajos ya prácticamente desaparecidos. Por eso, se herró a un caballo y se exhibió el trabajo de arrastre de pinos empleando la fuerza de la caballería. Igualmente, empleando a dos ovejas, se esquiló al estilo antiguo, y se ordeñaron dos cabras para posteriormente fabricar queso.

Llegan los señores calatravos
El acto principal llegó a las ocho y media, cuando los pregoneros, vestidos de época, bajaron a la plaza para anunciar a los vecinos la próxima llegada de los señores calatravos desde la vecina encomienda de Monroyo, de la cual dependía Peñarroya durante el siglo XVI, a pesar de ser ya una villa. A continuación, los asistentes se desplazaron hasta las afueras del pueblo para recibir a los visitantes, interpretados por Rubén Lombarte y Eva Antonlín, escoltados por ocho monjes con antorchas en la mano. La comitiva avanzó hasta a la iglesia de Roser, actual Punto Gótico de Peñarroya, donde las autoridades locales (Ángel Bielsa, Palmira Gasulla y Diana Bel) presentaron a los visitantes, que anunciaron venir en nombre del Rey para recaudar los impuestos y asegurarse de la correcta administración de justicia.

Siempre acompañados por los dulzaineros, la comitiva regresó a la plaza, donde los visitantes se enfrentaron a las quejas y peticiones de los vecinos, con humorísticas situaciones que arrancaron las risas del público que abarrotó la plaza. A la finalización de la representación, la obra recibió los atronadores aplausos de sus vecinos.

La representación contó con la participación de 15 actores con diálogo, que pasan a ser 25 se si cuentan a los figurantes. Pero Nacho Sorolla eleva la cifra a 50 ó 60 si además se tiene en cuenta la participación del grupo de baile de jota, la banda de música, o la agrupación de dulzaineros que tomaron parte en algún momento de la obra.

Cena y música
La noche trajo consigo una cena en el frontón en honor a los visitantes que contó con la asistencia de 435 comensales. La comilona se planteó desde la organización, además, como un punto de reunión para todos los que hicieron posible la recreación, como forma de agradecimiento, según explicó Sorolla. Pero no fue el último acto del día, ya que pasada la medianoche, el frontón  acogió un concierto de rock con grupos de la zona: ‘Ixuquera’, ‘Chundarata’, ‘Los Draps’ y ‘Txirigol’.

De acuerdo con la intención de la organización, los señores de Calatrava ya no regresarán hasta la villa de Monroyo hasta 2013, debido al esfuerzo que supone coordinar a todas las asociaciones peñarroyanas, por lo que se decidió respetar la periodicidad de las visitas de los señores de Calatrava.

Los Señores de Calatrava pertenecían a una orden militar fundada en el siglo XII por el abad Raimundo de Fitero, con el objetivo inicial de proteger la villa de Calatrava. Su gran poder en la zona del Bajo Aragón Histórico comenzó a cimentarse en 1179, cuando Alfonso II de Aragón cedió el castillo de Alcañiz a la Orden en premio a sus servicios contra los moros.

Bajo el mando de los sucesivos monarcas, y con la “Reconquista” de la península finalizada, gradualmente fueron desapareciendo tanto el espíritu militar como el religioso. Con el tiempo, su única razón de existir era la generación de ingresos, procedentes de sus grandes dominios, y la conservación de sus reliquias.

Peñarroya recibe a los calatravos.

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