Dos lenguas mejor que una « Lo finestró del Gràcia

Dos lenguas mejor que una

(Article publicat a La Comarca d’Alcanyís, el passat divendres, dia 27″

“José Miguel Gràcia*

Hace ya unos cuantos años, la Associació Cultural del Matarranya publicó el cuadernillo bilingüe, “Dos llengües millor que una”, sobre las experiencias y resultados de las clases de catalán en las escuelas e institutos de la Franja, por los profesores Ángel Huguet y Pietro Cucalón. De las diversas e interesantes conclusiones de la publicación, quiero destacar tres de ellas: (a) que cuanto más alto era el nivel de catalán de los alumnos, más alto era el nivel de castellano, (b) que los alumnos que asistían a las clases de catalán evidenciaban un conocimiento matemático superior al de los compañeros que no asistían a las mencionadas clases, i (c) que para conseguir un bilingüismo pleno era muy recomendable impartir algunas asignaturas en catalán.

Recientemente he leído un documentado artículo de Josep Corbella en La Vanguardia con el mismo título del cuadernillo, en donde he descubierto llamativos resultados y consecuencias del bilingüismo bajo unas determinadas condiciones. El mencionado artículo se basa en los trabajos de los investigadores Albert Costa, Núria Sebastián, Antonio Rodríguez-Fornell, Laura Bosch y otros. Me limitaré ha comentar aquellos puntos que más me han llamado la atención.

Un niño de cinco meses es ya capaz de distinguir entre dos idiomas, si la madre habla uno y el padre otro. Durante la etapa escolar, los alumnos bilingües tienen más capacidad que los monolingües para concentrar su atención en estímulos relevantes e ignorar los irrelevantes, independientemente del nivel de inteligencia. En cuanto al aprendizaje de una nueva lengua, hay que tener en cuenta que si los niños aprenden mal su fonética, después les resultará muy difícil su corrección.

Dominar dos idiomas obliga a una gimnasia mental permanente que mejora el sistema de control ejecutivo del cerebro. El Institut d’Investigació de Bellvitge cree que el aprender una lengua nueva puede ayudar a personas que han padecido daños neurológicos, dado que el cerebro tiene más plasticidad de lo que se creía hace unos años. Sería un error decir que las personas bilingües son más inteligentes que las monolingües, no obstante el bilingüismo cambia el cerebro, haciéndolo más eficiente cuando se realizan diversas actividades al mismo tiempo.

Albert Costa manifiesta también que el bilingüismo tiene algunos costes: en tests diseñados para encontrar palabras con rapidez entre las 50.000 que puede tener archivadas en el cerebro un universitario, los estudiantes bilingües suelen tardar un 5 % más de tiempo, se retrasan unos 30 milisegundos en un ejercicio que suele resolverse en 600 milisegundos y les pasa más a menudo que tienen una palabra en la punta de la lengua. Suelen tener, los bilingües, un vocabulario un poco más reducido en cada una de las lenguas, pero la suma de las dos es mucho más elevado.

El beneficio de pasar de dos lenguas a tres está muy poco estudiado, por lo tanto todavía es una hipótesis de trabajo la consideración de su beneficio marginal. Los beneficios del multilingüismo son de índole muy diferente —no por ello menos importantes— y hay que contabilizarlos en el apartado de la cultura, de la implementación de la carrera profesional, de la satisfacción personal y del mercado de trabajo en general. Con relación al aprendizaje de una tercera lengua, en Cataluña, los estudiosos del tema recomiendan hacerlo cuanto antes en la primaria y sobre todo hacerlo con profesores nativos.

Hasta aquí me he limitado a exponer las principales características o ventajas del bilingüismo que están muy relacionadas con los períodos de la infancia y juventud de las personas, pero, miren por donde, he descubierto en el artículo en cuestión un importantísimo efecto positivo del bilingüismo en las personas de edad avanzada: según los estudios del Instituto de Investigación Rotman de Toronto (Canadá), los síntomas de alzheimer aparecen, como media, cinco años más tarde en personas bilingües frente a las monolingües. No es que el bilingüísmo prevenga el alzheimer, es que las personas bilingües se defienden mejor del mismo. Malo, malísimo es, en cualquier edad, padecer la enfermedad descrita en el año 1906 por el neurólogo y psiquiatra Alois Alzheimer, pero si por ser bilingüe cabe la posibilidad de retrasarla unos cinco años, a los que  tenemos una cierta edad y practicamos el bilingüismo nos es muy grato decir: “Hosanna el bilingüisme”

*Escritor”

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