
Origen: La escuela alternativa de Lledó | Blog Diario de España | EL PAÍS

“El colegio está ahí, no tiene pérdida, se oye el jaleo de los niños”, indica una vecina de Lledó (Teruel, 150 habitantes) mientras señala con su dedo índice. Hace cuatro años, pronunciar esta frase en este municipio, afectado como tantos otros por el éxodo rural, era imposible. La escuela agonizaba con solo tres alumnos. En 2013, el Ayuntamiento lanzó un grito de auxilio para que se trasladaran familias con hijos al pueblo y así mantener el mínimo de alumnos que el Gobierno de Aragón exigía para mantener abiertas las instalaciones. Este tiempo el colegio ha conseguido mantenerse a duras penas, hasta que en el inicio del curso de 2017 las matriculaciones ascendieron de sopetón hasta los 20 niños.
Lledó acabo el curso de 2016 con siete alumnos y en septiembre llegaron las 13 nuevas matriculaciones. “Llamé al alcalde para contárselo y me dijo que si estaba loca, que tenía que haberme equivocado”, cuenta la alguacila, Antonia Serrano. ¿De dónde salían todos estos nuevos alumnos? La mayoría son hijos de familias instaladas desde hace años en masías y pueblos de la zona, que hasta ese momento habían llevado a los niños a una escuela libre autogestionada o a otras escuelas de municipios de mayor tamaño. Este curso, la llegada de una profesora con ideas nuevas motivó que todos estos alumnos eligieran Lledó.

Ella es Lorena Rubira y también es madre de un niño de cinco años inscrito en esta escuela. “La mayoría de los alumnos nuevos estaban sin escolarizar porque sus familias buscaban un tipo de educación diferente a la tradicional”, explica mientras dos decenas de estudiantes juegan bajo el sol a la hora del recreo. “No hacemos nada extraño, esto es educación viva, que consiste en que haya actitud de respeto y escucha ante el niño, respetar los ritmos de cada uno, ponerle en relación con su entorno, que haya más implicación de las familias… Ir más allá de los deberes y los exámenes”, resume la docente.
Los padres reconocen que al inicio del curso hubo recelo entre los autóctonos ante lo desonocido. “Lorena venía con maneras diferentes de lo que yo había aprendido en la escuela, llegaron críos nuevos, nuevas formas de pensar… Me parece bien que se busquen otras formas de educación pero que sigan sabiendo lo que es un libro. Lo que yo no quería era que esto se convirtiera en un ‘Viva la Pepa”, cuenta Sabina Rosa, la madre de Iker, antes de acompañar a la docente y a la clase de su hijo a la biblioteca para ejercer de cuentacuentos. La escuela ha recuperado una de las aulas, que permaneció cerrada los años en los que había solo tres alumnos, planea remodelar el patio y cuenta ahora con tres docentes.
Según datos del Gobierno de Aragón, entre 2011 y 2015, el Ejecutivo de Luisa Fernanda Rudi (PP) cerró 30 escuelas rurales en toda la Comunidad debido a que el Gobierno comenzó a exigir un mínimo de 6 alumnos por escuela para mantener los centros abiertos El Ejecutivo de Javier Lambán (PSOE) se ha mostrado más flexible a la hora de mantener abiertas las escuelas con menos alumnos y mantiene aquellas con 4 alumnos (y con 3 en algunos casos). Ahora mismo en Aragón hay 20 escuelas con 5 o menos alumnos, y 31 centros con 6 alumnos o menos.
Isabel Navarro y su marido se mudaron a Valderrobres (2.400 habitantes) hace cinco años provenientes él de Bilbao y ella de Valencia. Educaban a su hija en la escuela libre y este curso inscribieron a su hija Asia en Lledó. “Nunca quisimos imponer nada al llegar aquí, esto es un proceso de evolución de todas las partes porque vemos que lo de antes no funciona”. Otro padre recién llegado a esta escuela, Carles Yagüe, asegura: “Todos hemos tenido que dialogar y ha sido enriquecedor. No quiero que mi hija solo vea una cosa. Esto se llama convivencia, hay mucha conversación y mucha asamblea”. A pesar de vivir en Cretas, un pueblo cercano que quintuplica la población de Lledó, también prefiere traer a su hija aquí. “¡No somos hippies ni nada!”, bromea.
Junto a Rubira, profesora de infantil, trabaja Ana Pérez, de primaria. También ellas han tenido que compaginar dos formas diferentes de concebir la enseñanza. “Al principio hubo revuelo, totalmente comprensible”, explica Ana. “Como hay mucha falta de información combinado con una especie de miedo a la invasión, se juntaron muchas cosas. Pero ahora se ha creado una comunidad”, añade Lorena.
20 sobres de colores lucen en un tablon colgado en la pared entre las dos plantas de la escuela. Cada alumno colocó en ellos papelitos con las cosas que les hacen felices. Tal vez alguna de ellas sea esta escuela.
Origen: Lo Baix Aragó despoblat | Viles i Gents
(Publicada a La Comarca el 2 de juny del 2017)
El problema de la despoblació també es veu de manera diferent segons del costat que es miro. Per això mateix, el tancament de la Tèrmica podrie ser una ruïna pel B.A., però els treballadors del carbó i de la Central, per eixes coses dels acords sindicals favorables, segur que no ploraran massa per la pèrduga del seu lloc de treball; com tampoc van plorar els seus companys del sector que fa alguns anys es van quedar al carrer.
Els pocs agricultors i ramaders de cada poble, s’han quedat per ells solets tot l’espai agropecuari i només es queixen de lo poc que cullen, lo poc que plou i de la PAC. Els propietaris de la terra es queixen de lo poc que els arribe de les seves oliveres i bancals de terra campa. Els pensionistes sols pensen en anar dos voltes a l’any de vacances en l’IMSERSO. I la meitat de les cases estan tancades més de tres-cents dies a l’any. Però els impostos de l’ajuntament, la contribució i les altres factures mensuals, les anem pagant religiosament entre els que s’han quedat i els que vivim a la capital, que entre tots hem de mantindre la vila que és tant com mantindre les nostres arrels.
Mentre los polítics fan congressos i se debanen lo cervell cavil·lant com resoldre lo difícil problema de la despoblació del medi rural, per tot arreu de l’Aragó despoblat -on no se parle massa de la despoblació-, l’empenta popular, de manera espontània i generalitzada ja ha posat en marxa segurament l’únic remei possible per omplir les viles de gent, sinó és durant tot el temps, al menys unes quantes voltes a l’any; i la fórmula, barata a més no poder, funciona de meravella: tot és qüestió d’afegir al calendari festiu de sempre, festes noves i fires sobre els productes de cada comarca, els costums, los treballs d’abans, lo ball del poll o lo Compromís de Casp. I si el programa inclou un dinar comunitari a la multiusos encara que sigui de càtering, festa redona.
Tomàs Bosque
Origen: Toni Llerda i la jota | Viles i Gents
(Publicada a La Comarca el 26 de maig del 2017)
En l’homenatge a José Antonio Labordeta a Vall-de-roures, el diumenge 30 d’abril, abans de la presentació al Museu de l’últim llibre publicat de Labordeta Paisajes queridos (2017) per part de la seua fundació, la rondalla del Matarranya li va dedicar unes jotes a la seua família i amics, glosant la figura del cantautor i el seu compromís amb el territori. Una de les jotes al·lusives al personatge va anar a càrrec del jove queretà Andreu Llerda, fill del nostre amic Toni Llerda mort prematurament. El seu pare de ben segur que estaria molt satisfet que el fill dedicara una jota a un dels seus referents ideològics i musicals. La Mercè, la seua vídua, també present a l’acte, em comentava que de jóvens havien anat a veure’l cantar a la Plaça de Bous de Morella i que Labordeta els hi havia signat un disc seu que havien comprat. I és que en l’activisme cultural del Toni, la música era un dels pilars bàsics de la seua formació. De molt jove ja formava part d’un grup que interpretava temes dels cantautors de l’època com Labordeta, també pertanyia a la rondalla i a la xaranga ‘Armonia’ del seu poble. Toni i Ramon Omella, components d’esta última agrupació, van ser qui van recuperar la ‘Jota de Queretes’, ara en el repertori de la formació. En el llibre que li vam dedicar: Toni Llerda, terra i llengua (2005) apareixen recopilades algunes jotes que havia escrit referides a la seua vila, i també les del seu amic Juan Luis Camps. En l’aportació al treball recopilatori del Molinar (1996) ell en va aconseguir recuperar unes quantes de tradicionals i populars en català. I per activar la jota en la nostra llengua, li va demanar al seu amic Desideri Lombarte un recull de lletres per a ser cantades per la rondalla de la vila. Sabem que el pena-rogí les hi va escriure però nosaltres no les hem sabut trobar. Una llàstima. Sí, en canvi, Desideri en va escriure i en té publicades en el volum de Teatre inèdit (1992) en l’obra ‘Representació commemorativa d’una de les visites dels comanadors de Calatrava a la vila de Pena-roja’.
Carles Sancho Meix
Origen: Monseñor Omella, con todos nuestros respetos, no hace falta que pida perdón | Dolça Catalunya
“Perdón por mi catalán diferente del de TV3, por ser un charnego, por no adorar a lanació… ja provaré de millorar”
A la hora de dar la bienvenida al nuevo obispo de Barcelona, monseñor Omella, intentábamos explicarle algunas particularidades de su nueva diócesis, los problemas que tendrá que afrontar y las presiones que tendrá que soportar. No es tarea nada fácil.
Las primeras declaraciones de Monseñor Omella, no obstante, parecen mostrar los primeros síntomas del síndrome de Estocolmo, tan común en quienes no desean enfrentarse a sus captores y piensan que asumiendo su discurso estos le perdonarán la vida. El resultado, es obvio, nunca es el esperado. Y es que las primeras palabras que pudimos oír por radio de Monseñor Omella fueron para, en su catalán de la Franja, pedir perdón por hablar un mal catalán. ¿Pedir perdón? Monseñor Omella, los catalanes normales usamos el catalán y el castellano para expresarnos y comunicarnos, indistintamente, y no tenemos que pedir perdón por usar uno u otro. A lo mejor viene siendo hora de que también el obispo de Barcelona hable como la inmensa mayoría de catalanes, en castellano y en catalán y sin pedir perdón nunca por usar uno u otro idioma.
Leemos también en una de sus primeras entrevistas como obispo de Barcelona que, a la pregunta sobre qué opina acerca de aquellos que pedían un obispo catalán para Barcelona, responde Monseñor Omella que “a los que querían un obispo catalán, yo les diría que los entiendo perfectamente“.
Con todo nuestro respeto, lo sentimos mucho, pero nosotros no los entendemos. O los entendemos demasiado bien. Entendemos que quienes exigen obispos catalanes desean mantener secuestrada a la Iglesia y que el bien espiritual de la gente concreta les trae sin cuidado mientras ésta se ponga al servicio de lanació divinizada. Es lo que le explicábamos el otro día: “De la saharización espiritual de Cataluña se ha encargado con especial empeño el nacionalcatalanismo y la tropa de obispetes funcionarios que nos han traído los de “Volem bisbes catalans”, más preocupados por complacer al poder político que por apoyar a las familias que todavía creen que hay Dios“. A lo mejor lo que necesitamos, tras varias décadas, sea un obispo de Barcelona que no entienda esas posturas, que recuerde que la Iglesia es universal y que para los católicos Jesucristo está por encima de lanació. Eso sí que sería una novedad.
En el fondo subyace un problema de diagnóstico. Que las iglesias en Barcelona están cada vez más vacías no es ningún misterio. Se supone que el obispo pretende cambiar este estado de cosas. ¿Cómo? ¿Haciéndose más cercano a la gente? ¿Desplegando una actividad de ayuda material a las familias que pasan penurias? ¿Siendo capaz de dialogar con quienes no comparten nuestros puntos de vista? Todos ellos propósitos muy laudables que, a buen seguro, pueden hacer mucho bien. Pero no nos engañemos, el problema radical que sufrimos en Barcelona y en toda Cataluña es el de una parte significativa de la Iglesia que ha abandonado el anuncio de Cristo por el anuncio de la Nación-ídolo. Y mientras esto no cambie, lo demás serán parches de corto recorrido.
Ya ve, monseñor Omella, que no es precisamente fácil, pero es lo que la Iglesia en Cataluña necesita. Sí, lo sabemos, eso significa ser blanco de ataques sin fin y hasta del martirio. Pero tenga por seguro que, si se decide a ir por ese camino, muchos catalanes le acompañarán. El otro camino, el de seguir con el chiringuito nacionalcatalanista en pie, lleva a la muerte espiritual de Cataluña.
Dolça i cristiana Catalunya..
Origen: El Bajo Aragón no reconoce su riqueza lingüística

En el último Pleno de la Comarca del Bajo Aragón, desde el grupo de GANAR presentamos una moción que tenía como punto principal aprobar la solicitud para la declaración de la Comarca del Bajo Aragón como zona de utilización histórica predominante de la lengua catalana o lengua aragonesa propia del área oriental de la Comunidad. Cabe mencionar al respecto que, según un reciente estudio de la Universidad de Zaragoza, un 8,4% de la población del Bajo Aragón (2.491 personas) declaran conocer esta lengua, mientras que el porcentaje se eleva al 14,6% (4.321 personas) en los que afirman que lo entienden.
Los objetivos de esta moción eran varios. Por un lado, reconocer una evidencia histórica en cuanto a un patrimonio cultural inmaterial con el que contamos en el territorio, que también es una muestra de identidad colectiva en nuestros municipios, y que por ello goce de una protección adecuada, especialmente en lo que tiene que ver con las diferentes variantes locales. Por otro, reconocer los derechos de los hablantes de esta lengua en el Bajo Aragón, y acabar con el abandono y la desidia que la institución comarcal ha tenido desde su nacimiento hacia la lengua materna de los habitantes de un tercio de los pueblos del territorio.
Así pues, el fin de la proposición no era polemizar en torno a la denominación de la lengua, ni mucho menos, ya que sería una discusión estéril por cuanto existen discursos muy polarizados en este sentido. Es evidente que algunas de las terminologías utilizadas tienen un sentido histórico, cultural y, sobre todo, lingüístico, mientras otras sólo tienen un origen meramente político. Personalmente, no entiendo el término ‘chapurriau’ como algo despectivo, ya que es así como hemos llamado tradicionalmente a nuestra lengua en Aguaviva, si bien el famoso invento del LAPAO fue una ocurrencia anticatalanista que nos dejó en ridículo en todo el país.
Por ello, con voluntad conciliadora la moción recogía ambas terminologías, la de la Ley de Lenguas del gobierno PP-PAR (lengua aragonesa propia del área oriental), y la actual reconocida por el ejecutivo PSOE-CHA (catalán de Aragón).
Sin embargo, los intentos fueron en vano. El resto de grupos centraron el debate únicamente en la denominación de la lengua, quedando el resto de aspectos en algo meramente residual. Los argumentos fueron de lo más diverso, y por qué no decirlo, vergonzoso. “Com-plejo de inferioridad”, “intereses políticos en Catalunya”, “apoyo a la colonización catalana”, “tergi-versación de la historia”, fueron algunas de las lindezas que tuvimos que escuchar desde la bancada del PAR, llegando incluso a ataques personales. Para colmo, incluso la devolución de los Bienes de Sijena fue introducida en el discurso, a pesar de que nada tuviera que ver con el tema en cuestión. El portavoz del PP suscribió las palabras del compañero del Partido Aragonés, e incluso llegó a asegurar que “se merecía un aplauso”. Desde el grupo socialista, en una muestra más de la incoherencia a la que ya nos tiene acostumbrados, se optó por rechazar la denominación actual y apoyar la del anterior gobierno.
¿Qué significado tendría el reconocimiento como zona de utilización histórica predominante? El Estatuto de Autonomía de Aragón establece que en estos territorios “se regulará el régimen jurídico, los derechos de utilización de los hablantes, se promoverá la protección, recuperación, enseñanza, promoción y difusión del patrimonio lingüístico de Aragón, y se favorecerá el uso de las lenguas propias en las relaciones de los ciudadanos con las Administraciones públicas aragonesas.” Es decir, nada que ver con imposiciones ni con los argumentos recogidos anteriormente y espetados por el resto de grupos.
El segundo punto de la moción se basaba impulsar el reconocimiento de la realidad bilingüe del territorio bajoaragonés mediante la adaptación del topónimo de la Comarca en bilingüe (Bajo Aragón/Baix Aragó), de igual modo que ocurre en comarcas vecinas como el Matarraña/Matarranya o el Bajo Aragón Caspe/Baix Aragó Casp. Tampoco en este caso se contó con el apoyo del resto de grupos. El motivo principal que “somos menos pueblos, y sobre todo menos hablantes” como si ello nos obligara a gozar de menos derechos, a pesar de que el propio Estatuto de Autonomía establece que nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.
Lamentablemente, la moción no salió adelante, ya que PP y PAR votaron en contra, mientras que el PSOE dio libertad de voto a sus consejeros (1 a favor, 3 abstenciones y 7 en contra). Cabe recordar que sólo hace unas semanas en nuestra vecina comarca del Matarranya sí fue aprobada una moción muy similar presentada por el PSOE, contando con un apoyo claramente mayoritario.
Así pues, una nueva oportunidad perdida para trabajar por la conservación de nuestra lengua, mientras seguimos viendo cómo languidece y cada vez son menos los jóvenes que la hablan y cómo se “castellaniza” a pasos agigantados. Por nuestra parte seguiremos luchando, reivindicando su protección, en el caso del Parlar d’Aiguaiva de una de las variantes más ricas y peculiares de toda la zona, a juicio de numerosos lingüistas y estudiosos de la lengua.
Por suerte, sólo un día después conocíamos que el Gobierno de Aragón creaba la Academia Aragonesa de la Lengua y el Institut del Català d’Aragó, marcándose como objetivos la conservación, promoción y defensa de nuestras lenguas propias. Sin embargo, en este territorio mucho deberán cambiar las actitudes de ciertos sectores para que por fin podamos trabajar conjuntamente por nuestro patrimonio cultural y lingüístico.Ω
Balaguer albergarà en uns dies les finals del futbol sala català. L’equip aleví del Matarranya viatge com a campió de les Terres de l’ebre
Origen: L’equip aleví de Queretes, a les finals del futbol sala | Comarques Nord
Origen: Reglament de l’Acadèmia Aragonesa de la Llengua i dels corresponents Instituts | Lo Finestró
(Publicat el dissabte 3 de juny al Diario de Teruel)
El passat 26 de maig el director general de Política Lingüística publicava al BOA l’anunci d’informació pública del projecte de decret del Govern d’Aragó, mitjançant el qual s’aprovaran els estatuts de l’Acadèmia Aragonesa de la Llengua que comprèn els estatuts de l’Institut del aragonès i de l’Institut del català d’Aragó. Encara estem en el termini de presentar esmenes. Jo ja ho he fet. Em referiré a un parell de les presentades que em semblen importats. Considero que el nom d’Institut del català d’Aragó arrossega una càrrega de secessionisme lingüístic –així m’ho sembla a mi– que no porta enlloc. Gairebé totes les llengües són com arbres amb moltes branques i branquillons: un tronc comú, més o menys estàndard i una sèrie de variants dialectals. El català de la Franja és un branquilló o branquillons del català occidental, una o diverses variants dialectals del català. Tenint en compte el que he dit, hem sembla molt més adient i correcte anomenar l’esmentat Institut com a Institut Aragonès del Català. Entenc que vol significar que serà una institució aragonesa que tindrà la tasca d’estudiar, recollir i aplicar les variants franjolines del català –gramaticals, toponímiques, antroponímiques, etc.– i imbricar-les en l’arbre del català, diguem-ne, comú o estàndard. Lògicament això ens porta a una altra esmena que jo he fet al reglament: “L’Institut Aragonès del català col·laborarà estretament amb l’Institut d’Estudis Catalans a fi i efecte de compartir al màxim les normatives lingüístiques. També podrà col·laborar amb les diverses institucions de les altres llengües de l’Estat i amb altres organismes acadèmics, científics i culturals”. Les Illes Balears, malgrat gaudir d’un català amb força diferències dialectals de tota mena, no han creat cap institució del seu català, s’acullen còmodament a la normativa que emet l’Institut d’Estudis Catalans. Si visiteu les Illes us adonareu que no s’han perdut cap dels trets diferencials del seu català. Contràriament, al País Valencià es va crear en el seu moment l’Acadèmia Valenciana de la Llengua. Fixeu-vos-hi que no es va anomenar Acadèmia de la Llengua Valenciana. Va haver-hi controvèrsia, però al final es va imposar el sentit comú. El mateix projecte de reglament ens dóna bon exemple del nom que proposo per a l’Institut, quan anomena Acadèmia Aragonesa de la Llengua i no Acadèmia de la Llengua Aragonesa. Tinc més esmenes, però ja no em resta més espai.
José Miguel Gràcia
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