Desarticulada una banda implicada en la oleada de robos en ayuntamientos y colegios
La Guardia Civil detuvo ayer a más de una decena de personas en Tamarite de Litera, Binéfar, Fraga, Frula y Lérida.
Comentario
HERALDO. Huesca
Apenas 48 horas después de que cuatro localidades de la provincia -Albelda, San Esteban de Litera, Estadilla y Fonz- denunciaran haber sido víctimas de una oleada de robos en algunos de sus edificios públicos como ayuntamientos y colegios, la Guardia Civil desarrolló ayer una espectacular operación que permitió desarticular una banda que, al parecer, está implicada en estos asaltos y en otros muchos ocurridos durante los últimos meses en el Alto Aragón, también en viviendas.
De momento, las investigaciones han llevado a la detención en localidades como Tamarite de Litera, Binéfar, Fraga, Frula e incluso Lérida de más de una decena de personas, muchas de ellas de origen extranjero, sobre cuya pista estaban desde hace varios meses los investigadores. Además, según fuentes próximas al caso, la operación ha permitido recuperar numeroso material robado, entre ellos algunos de los efectos sustraídos en la madrugada del lunes en los citados cuatro pueblos.
Registros en almacenes y pisos
Aunque en la tarde del martes ya fue patente un incremento de efectivos de la Guardia Civil en Tamarite de Litera, las primeras detenciones no se produjeron hasta ayer por la mañana. Los agentes, acompañados por el juez encargado del caso y por varios secretarios judiciales, registraron a lo largo de todo el día varias viviendas y almacenes de la localidad, donde precisamente encontraron parte de los equipos y del material sustraído recientemente en varios municipios literanos.
Durante la mañana y la tarde, los efectivos de la Guardia Civil fueron trasladando a varios detenidos esposados -casi todos ellos hombres, aunque también había al menos una mujer- hasta dependencias de la Casa de la Vila, donde el cuerpo tiene habilitadas sus oficinas mientras finalizan las obras del nuevo cuartel. También transportaron hasta allí varias cajas con material incautado.
Muchos vecinos se mostraron sorprendidos por la magnitud de la operación y por el hecho de que, al parecer, el ‘núcleo’ de la red estuviera radicado en Tamarite. Y es que aunque se habían producido algunos pequeños robos en los últimos meses en comercios y en el colegio, no habían creado tanta alarma en la localidad como los ocurridos en otros ayuntamientos, colegios y centros sociales de la comarca de la Litera.
Fuentes próximas al caso indicaron que pese al elevado número de detenciones, todavía hay que determinar el grado de implicación de algunas de estas personas en la red ya que podría tratarse en algunos casos de meros compradores. Según ha podido saber este periódico, uno de los detenidos en Tamarite de Litera trabajaba en una empresa de Altorricón, donde habría cometido un presunto robo.
La última oleada de robos se produjo en la madrugada del lunes y afectó a cuatro pueblos de tres comarcas vecinas separadas por solo 42 kilómetros. En el caso de San Esteban de Litera y de Albelda, en la Litera, los ladrones se llevaron pupitres, tablet PC y material diverso, además de causar numerosos destrozos cerraduras y ventanas de los colegios y de algunos centros públicos asaltados.
A no muchos kilómetros, aunque en otra comarca, la del Somontano, los ladrones desmontaron una ventana para entrar en el Ayuntamiento de Estadilla y en la oficina de correos, sita en la planta baja. Se llevaron unos 180 euros de las arcas municipales y una cantidad indeterminada de dinero de Correos. Asimismo, sustrajeron el ordenador portátil del alcalde y una cámara fotográfica digital utilizada para hacer fotografías de obras municipales.
A ellos se sumó el intento de robo perpetrado esa noche en el Ayuntamiento de Fonz, población vecina a Estadilla pero en la comarca del Cinca Medio, donde los sistemas de seguridad frustraron las intenciones de los ladrones.
Días antes, la casa diocesana de ejercicios espirituales de San Ramón en Barbastro, en el Somontano, también fue asaltada hasta en dos ocasiones. El primer robo se produjo el 3 de enero y se llevaron unos 2.600 euros, mientras que el pasado domingo sustrajeron 300 euros, además de causar destrozos en puertas y ventanas. Los ladrones conocían los horarios de la empleada que cuida la casa de ejercicios diocesanos ya que perpetraron los robos cuando estaba vacía. A raíz de estos hechos, se han reforzado las medidas de seguridad con cristales blindados en la puerta principal.
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