Recuperarán fincas yermas en Matarraña para que sirvan como cortafuegos natural

Recuperarán fincas yermas en Matarraña para que sirvan como cortafuegos natural.

 

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Parcela abandonada y yerma en el término municipal de Monroyo. Universidad de Zaragoza

La Comarca del Matarraña ha creado un ‘Banco de tierras’ para prevenir incendios forestales y recuperar paisaje agrícola abandonado. A través de la Cátedra Matarraña, de la Universidad de Zaragoza, se han cartografiado tierras abandonadas en los últimos 25 años que se recuperarán gracias a la colaboración de pastores de los términos municipales de Valderrobres, Mazaleón y Peñarroya de Tastavins, a quienes se encomendará su cultivo para que planten forrajes con los que alimenten a sus rebaños.

 

La Cátedra Matarraña de la Universidad de Zaragoza ha realizado un estudio cartográfico de la Comarca y seleccionado, para la puesta en marcha de esta primera fase del proyecto piloto, las vales de fondo plano que recorren zonas forestales con mucho combustible alrededor y elevado riesgo de incendios. Cuando se desyermen y cultiven (el plazo máximo para ello se cumple esta primavera), estas tierras ayudarán a reducir el riesgo de propagación de incendios, puesto que actuarán como cortafuegos naturales, al tiempo que se recuperarán las tierras como paisaje agrícola tradicional.

El proyecto piloto se ha iniciado con un volumen de tierras que suman entre 10 y 15 hectáreas, según explicó la técnico de Medio Ambiente de la institución comarcal, Olga Ric. La iniciativa, cuyo coste ronda los 30.000 euros, está financiada a través del proyecto europeo Interreg ‘Modeland’, que busca la recuperación de fincas agrícolas.

El trabajo de búsqueda de tierras no ha sido fácil, ya que, como explicaba la directora de la Cátedra Matarraña de la Universidad de Zaragoza, Paloma Ibarra, “se han tenido que cruzar los datos de las tierras con los del Catastro”, con objeto de conocer quiénes eran los propietarios de las fincas. En este mismo sentido, la técnico de Medio Ambiente del Matarraña explicó que “algunas parcelas figuraban registradas como propiedad de “herederos de”, personas que “hemos tenido que localizar, porque suelen vivir fuera y a los que se ha tenido que solicitar autorización para hacer uso de sus fincas”.

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La Franja