Érase un poeta de lengua afilada en San Antonio

Érase un poeta de lengua afilada en San Antonio.

Érase un poeta de lengua afilada en San Antonio

E-mail Imprimir

Dicen que San Antón es milagroso, le apreciamos todos y es verdad. Nos hacían falta las nubes y las hizo llegar. Pero se han frenado en seco. ¡A ver, hombre, si te tienes que enfadar! Mándanos algún aliado, que ponga agua en el pantano y limpie este río, que está hecho una asquerosidad». Aquel que no intuya la autoría de estas palabras no es un auténtico valderrobrense. José Serrat, o lo que es lo mismo, El Bicho, las pronunció ayer en sus populares dichos durante la celebración de San Antonio.
Los asistentes guardaron un expectante silencio para empaparse de su sabiduría, silencio que no había reinado en la plaza España en toda la mañana. Las palabras del Bicho emergieron entre la multitud para resonar en la conciencia de cada persona. Tiró las orejas a quien las tenía que tirar: a los políticos que ignoran el medio rural, a los dirigentes que han abandonado los sectores agrícola y ganadero, y a los representantes que están en política para «llenarse los bolsillos».
«La humanidad la tenemos un poco descontrolada», sentenció el Bicho. Su discurso fue ‘in crescendo’ a medida que entre el público crecía la sed de pura ironía. El Bicho afiló la lengua para hablar con maestría de la crisis y los recortes, esas políticas que según él no son tales ya que «los únicos que tienen que recortar son los sastres y las modistas».

Las puntillas a la crisis se intercalaron con aquellas que defendían el medio rural: «La cosecha ha sido mala pero intentaremos aguantar. Si caen los pueblos, más de uno mal lo va a pasar». El Bicho hacía así referencia a todos aquellos que han encontrado un refugio contra la crisis en el medio rural. Defendió que vuelven a haber fincas cultivadas, hecho que pone de manifiesto el enorme valor que tienen los pueblos.

Memoria prodigiosa a los 67+31
El José Serrat fuera del personaje del Bicho es un veterano valderrobrense que casi no recuerda cuando sacó los colmillos por primera vez para arremeter contra los poderes fácticos. Debe ser porque los números no son su fuerte o porque los utiliza para confundir. Al fin y al cabo, pocas personas pueden permitirse el lujo de seguir cumpliendo 67 años cuando en realidad tienen 98.

José no titubea al explicar que lleva 31 años cumpliendo 67, toda una hazaña que sobrepasa las barreras físicas del tiempo y el espacio. Quizá haya alguien que puede pensar que lo suyo es una forma original de quitarse años. Pero lo cierto es que el aplomo de este agricultor metido a cantautor a capela hace que cualquiera crea la edad que él dice tener. Su supuesta juventud no resulta del todo inverosímil tras estar varios minutos recitando sus versos de memoria.

«Me acuerdo de todo y estoy bien de salud porque ya no bebo nada de alcohol», confiesa José. No hace falta discutirle puesto que lleva a cabo su recital subido a lomos de un caballo, como un auténtico recién jubilado.

Cuando el espectáculo finaliza y pisa tierra firme, el Bicho no abandona el cuerpo de José. Quizá ha interiorizado el personaje. Sea de la mano de un anciano agricultor o de un mordaz poeta, los consejos del personaje se prolongan durante horas. Y ni el cielo escapa a sus afilados colmillos.

Gélido San Antonio
Pese a lo concurrido del acto, los dichos del Bicho no fueron el único componente de la celebración de San Antonio en Valderrobres. La fiesta empezó el miércoles por la noche con el encendido de la hoguera en honor al santo. Cientos de personas asistieron a la tradición más característica de la festividad y disfrutaron bebiendo calmante y comiendo casquetas.

La celebración en la localidad valderrobrense se alargó hasta altas horas debido a que ayer era día festivo. Los vecinos no quisieron perderse ni el encendido ni los actos de ayer, que empezaron bien temprano. A las 7.00 se reanudó el reparto de casquetas con aguardiente para aquellos que quisieran empezar el día con la energía propia de estas fechas.

Para aquellos que preferían un aperitivo salado, a las 8.00 empezó un concurrido almuerzo con carne asada. Panceta, chorizos, longanizas y morcillas a la brasa sirvieron para deleitar a todos los amantes del tradicional sabor de la carne a la brasa.

A las 11.00 tuvo lugar la procesión con el Santo. Media hora más tarde empezó la misa baturra, una celebración que reunió a decenas de personas ataviadas con el traje regional. Los oficios se celebraron a cargo del grupo Aires del Matarraña, que deleitaron a todos los presentes. Para concluir la celebración durante la mañana, los asistentes que habían acudido con sus animales se dirigieron a la plaza para que éstos fueran bendecidos. Perros, caballos, gatos e, incluso, patos, pasaron por delante del sacerdote que se encargó de la bendición.

La fiesta concluyó ayer por la tarde con la tradicional oferta, en la que vecinos y establecimientos de la localidad ofrecieron sus mejores productos para ser subastados.

 

Los diablets atemorizan La Fresneda

La Fresneda disfrutó de su genuino San Antonio gracias a la intervención de Los diablets. Tres jóvenes salieron disfrazados de estos míticos personajes para atemorizar a niños y mayores.

Lo hicieron tras el encendido de la monumental hoguera y para revivir la bíblica presencia del demonio en la vida de San Antonio.Tras el espectáculo de Los diablets, los vecinos de la localidad se arremolinaron en torno a la hoguera para disfrutar de una cena de carne asada.

Dim lights Embed

 

Gran hoguera en Cretas

Los vecinos de Cretas se sumaron a la celebración de San Antonio con una monumental hoguera en la plaza España. La fiesta fue una de las más tardías de la comarca ya que el encendido tuvo lugar a las 23.00. Después de ello se produjo al reparto de chorizos asados para todos los asistentes. Ayer fue el día de la tradicional oferta en la que vecinos y establecimientos ofrecen sus mejores productos para ser subastados. La festividad de San Antonio fue organizada por el Ayuntamiento y los Quintos.

 

Peluches en la bendición de Maella
Perros, gatos, pájaros,… y hasta algún peluche se dieron cita ayer en la iglesia de Maella para recibir la bendición del párroco de la localidad, Gustavo Máñez. Los maellanos, fieles a la tradición, llevaron sus mascotas ante el cura. La festividad por el santo comenzó en Maella la noche del miércoles con el encendido de  hogueras por las calles. En Fabara la bendición se realizó ayer por la tarde y hoy se hará lo propio en Nonaspe.

Popular y participativa pira de Puigmoreno
La pedanía alcañizana de Puigmoreno es una pequeña gran familia. Así lo demostraron sus vecinos el miércoles en la hoguera por San Antón. No importa en que día de la semana caiga, los puigmorenenses se mantienen fieles a su cita con el fuego. Como cada año, días antes varios vecinos fueron a buscar la leña que colocaron en la plaza del pueblo. Pasadas las siete de la tarde del miércoles, se procedió al encendido de la pira que organiza cada año la asociación cultural de Puigmoreno. Varios chicos de la pedanía fueron los encargados de encender la hoguera aunque como ellos explicaban después entre risas, «se pasaron» y los mayores tuvieron que reducir las llamas con una manguera. Más tarde, los vecinos asaron carne en las brasas para cenar todos juntos en cuadrillas.

Dim lights Embed

*Más información en la edición impresa.

Social Widgets powered by AB-WebLog.com.

La Franja