Víctor Amela: «Hay partes de la trama de los cátaros que suceden en Valderrobres y en Beceite»

Víctor Amela: «Hay partes de la trama de los cátaros que suceden en Valderrobres y en Beceite».

El periodista Víctor Amela vuelve al Matarraña para recrear fragmentos de su última novela ‘El cátaro imperfecto’. En ella, narra los últimos años de un grupo de cátaros que se refugió en Morella y en Los Puertos tras huir de Occitania.

Vuelves a Morella y al Matarraña de la mano de un cátaro imperfecto. ¿Cuál es la trama de esta novela?
La trama de la novela recoge los hechos históricos sucedidos ahora hace 700 años en Los Puertos de Morella y Beceite, y que a mi me sedujeron por la riqueza de datos que conseguí recoger en documentos inquisitoriales de la época. A partir de ellos he creado una narración que tiene un 90% de documentación histórica y un 10% de ficción para complementar los ambientes y la acción.

 
¿Qué está resultando tan atractivo para los muchos lectores que ya tienen ‘El cátaro imperfecto’ en sus casas?
Creo que lo más especial para un lector moderno es poder zambullirse en Los Puertos de hace 700 años cuando estaban recién conquistados por los cristianos. Es entonces cuando empieza a construirse el mundo que conocemos. En ese contexto llegó un grupo de personas a toda la zona de Morella, Valderrobres y Beceite.

¿Quiénes eran?
Se trata de los cátaros, fugitivos que habían huído de la Inquisición en Occitania. Se consideraban herejes y habían sido perseguidos por su creencia y sus rituales. Acabaron instalándose en los municipios de aquí para vivir secretamente sin darse a conocer y no ser molestados. Además, con la particularidad de que he podido identificar el lugar exacto en el que estuvieron viviendo la mayoría de ellos, en una plaza de Morella que se llama dels Tarrascons. Después de siete siglos hoy todavía conserva ese nombre.

Una vez más, destacas el atractivo de la zona de Los Puertos.
Por supuesto. Hay dos capítulos de la novela que suceden en Beceite porque he descubierto que allí estuvieron viviendo durante los años 1319 y 1321 unas famílias cátaras heréticas. He llegado incluso a descubrir los nombres, los parentescos y los hechos que protagonizaron.

¿Como cuáles?
Una de las hijas de estas personas que estuvieron en el Matarraña, que se llamaba Juana, quería denunciar al líder espiritual del grupo, Belibasta, y volver al seno del catolicismo oficial. Se convirtió en una amenaza para el resto de cátaros hasta el punto de que el propio Belibasta decide asesinarla.

También se habla de Valderrobres, incluso hay un personaje que hace referencia a un vecino actual.
En la novela he hecho un guiño a Octavio Serret con el personaje Oc de Serret. En un momento de la trama los personajes principales tienen que salir de Morella porque sucede algo que les inquieta y se refugian en la capital actual del Matarraña, en Valderrobres. En ese momento, la localidad era muy importante. Allí engañan a una persona de la que desconocemos su nombre y por eso me he permitido la licencia novelesca de llamarla de forma parecida a Octavio.

Después del multitudinario ‘press trip’ en Morella, cualquier otra idea de promoción te va a parecer sosa.
La verdad es que fue muy emocionante. Fuimos con un historiador local, Carlos Ripollés, que nos explicó sus conocimientos sobre la presencia cátara en Morella y el resto de la zona. Para ello se basó de algunos fragmentos de mi libro. Es muy difícil superar una propuesta tan intensa como el press trip. Como colofón, ahora el Ayuntamiento valora poner una placa para conmemorar la presencia cátara en la plaza dels Tarrascons.

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