Un águila, un halcón y un búho, el terror de las palomas en Valderrobres

Un águila, un halcón y un búho, el terror de las palomas en Valderrobres.

La localidad turolense ha recurrido a la cetrería para tratar de reducir el número de palomas que afectan a sus edificios más emblemáticos.

Un águila reposa en el puente de Valderrobres
Más de 2.000 palomas campaban a sus anchas hasta hace un par de meses en la localidad de Valderrobres, situada en la comarca del Matarraña. Varias rapaces actúan ahora como elemento disuasor para ahuyentar esta plaga que está generando daños en distintos edificios.

“Tenemos una almendrera y una fábrica de piensos donde pueden comer y beben agua del río, así que las palomas estaban encantadas de la vida“, explica el alcalde del pueblo, Carlos Boné. Sin embargo, los habitantes de esta localidad turolense no estaban tan contentos. Los edificios emblemáticos como el castillo, la iglesia y el Ayuntamiento, con formas que favorecen el anidamiento, estaban plagados de estos animales y sus excrementos. Además, los particulares sufrían goteras y otras afecciones ya que las palomas levantan las tejas para hacer sus nidos.

Es un pueblo muy turístico y estamos intentando potenciarlo con varias actuaciones, el aspecto de las calles que dejan estas aves es un problema -concreta el alcalde-, pasan los servicios de limpieza y a la media hora vuelve a estar sucio”. Por ello optaron por acudir a una empresa de Zaragoza, Rapaz Global, que se ocupa del control de plagas de aves a través de medios naturales, principalmente la cetrería. Halcones, águilas y búhos (para vuelos nocturnos) son los encargados desde hace un par de meses de tratar de reducir la población de palomas a unos 400 ejemplares.

Método natural

Israel Tapia, director técnico de la empresa zaragozana, explica que el método que utilizan “combina dos elementos: físicos con redes, pinchos antiposamiento y electrodisuasión, y la cetrería para desplazar las plagas”. “Se explota el miedo que genéticamente tienen estas aves a su depredador natural que es la rapaz“, concreta.

Para ello se realizan “vuelos de marcaje” a distintas horas y días para transmitir “que la rapaz vive, caza y duerme en la zona provocando incomodidad en la población de palomas que acaban trasladándose a otros lugares exteriores”, cuentan en Rapaz Global. Entre las rapaces diurnas se pueden utilizar halcones peregrinos o halcones sacre para distancias más largas y espacios abiertos, y águilas de harris para zonas más estrechos. En ambos casos se opta por trabajar con hembras porque tienen mucha más envergadura que los machos y su impacto visual es más grande.

Las aves amaestradas portan dos cascabeles, conocidos como prima y bordón, por sus diferentes sonidos (más agudo y femenino el primero y grave el segundo), y son controladas por telemetría para evitar que se extravíen.

En el caso concreto de Valderrobres el animal que está siendo más utilizado es el águila porque “son de bajo vuelo, van del guante hasta otro soporte donde posarse y pueden esquivar mejor los obstáculos y entrar por las callejuelas estrechas“, explica Tapia.

El alcalde comenta: “Debido a que la población es tan elevada y no se concentra en un solo edificio nos han dicho que va a costar más pero que se reducirá“. Tapia añade que “aunque ya empieza a notarse la disminución, los resultados cuantificables se apreciarán a los 6 u 8 meses”.

“Las palomas son muy listas y son animales gregarios, aprenden a relacionar el ruido de los cascabeles con la llegada de las aves por lo que más adelante en periodo de mantenimiento se podrá utilizar el sonido como medida disuasoria”, añade el director técnico.

Atractivo turístico y ciudadano

Además de la función para la que han sido contratadas estas aves sirven también como atractivo turístico y de diversión para los habitantes del pueblo.

Como explica Carlos Boné: “Son muy dóciles y los críos van y les dejan que las toquen, además llaman mucho la atención cuando vuelan por el pueblo y se posan en tejados y cables de la luz”. “Hacen las dos funciones, su trabajo y otro como atractivo”, añade el alcalde.

Desde Rapaz Global reconocen que esta es una “actividad entrañable que tiene un efecto turístico porque no se ve todos los días y a la gente le gusta“. Además, según Israel Tapia, ayuda a que los ciudadanos valoren el trabajo que se hace para solucionar un problema del pueblo. “En Valderrobres hay una gran sensibilidad porque la superpoblación de palomas estaba causando grandes daños, por lo que la presencia de estos animales ha tenido una aceptación muy positiva”.

Un águila en el balcón

Estos animales, además de provocar curiosidad, también han protagonizado alguna que otra anécdota.

En una casa del casco histórico, cuentan sus vecinos, escucharon al perro ladrar fuertemente hacia al balcón, que se encontraba cerrado. Al aproximarse para ver qué ocurría, se sorprendieron al encontrar un águila “enorme” que intentaba acercarse al perro sin darse cuenta que había un cristal entre medio. El ave se lanzó chocando contra el cristal y cayendo al balcón.

La familia no se atrevió a abrir la puerta, pero el águila tras la caída, oyó el silbido de su dueño instándole a regresar y remontó el vuelo rápidamente, dejando a los vecinos con una nueva anécdota que contar.

Tapia explica que no existe ningún peligro para los habitantes del pueblo pues “son animales dóciles, adiestrados desde pequeños, entre los que se elige a los de mejor carácter“.

“Nunca se puede decir que un animal no vaya a atacar, porque también lo hacen los perros pero -aclara- se realizan con ellas espectáculos didácticos y otras actividades sin ningún tipo de problema”.

La herramienta más efectiva

Rapaz Global ha trabajado durante ocho años en el aeropuerto militar de Zaragoza y también en el museo del teatro de Caesaragusta de la capital aragonesa para evitar que la presencia de palomas afectara a las ruinas romanas.

Israel Tapia no fija un precio medio para uno de estos tratamientos contra plagas porque cada sitio necesita un estudio previo y un proyecto personalizado. Sin embargo, asegura que no supera el coste del sueldo de un operario de mantenimiento.

El director técnico de la empresa defiende que la cetrería es “el método natural más efectivo”. “Es la herramienta que se usa en aeropuertos para garantizar la seguridad de las personas, si hubiera otro mejor lo utilizarían“, concreta.

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La Franja