¿Sobra la dirección general de Cultura? – Opinión – El Periódico de Aragón

¿Sobra la dirección general de Cultura? – Opinión – El Periódico de Aragón.
¿Se gana su sueldo alguien que pone tantos obstáculos al sector cultural y cercena las posibilidades de desarrollo?

NIEVES Ibeas, Portavoz de CHA en las Cortes 14/05/2012

La obsesión del Gobierno de Aragón por seguir a Rajoy en su cruzada contra el déficit está conduciendo a nuestra sociedad a una pérdida grave de valores. Nada parece importar demasiado: ni la calidad de nuestro Estado de bienestar, ni la calidad de vida de los aragoneses- y mucho menos la cultura.

Rudi ha colocado al frente de sus departamentos y direcciones generales (incluidas las que gestiona el PAR) a personas que repiten como una letanía la lección del PP y la ejecutan sin miramientos: “ahorrar”, “racionalizar”, “optimizar” y “ajustar”. En realidad, eufemismos para una sola palabra: recortar, se lleven por delante lo que se lleven por delante.

Uno de los mejores ejemplos es el del director general de Cultura, Humberto Vadillo, excelso seguidor de las tesis menos intelectuales y más mercantilistas sobre la cultura que hayamos podido escuchar jamás: asegura que su trabajo es puramente de “gestor” y que él habla, exclusivamente, de “gastos, presupuestos y números”.

Vadillo, a pesar de su autoproclamado compromiso con la transparencia, no se deja ver y oír demasiado, y solo de vez en cuando concede alguna entrevista a los medios de comunicación o comparece en las Cortes cuando grupos parlamentarios como el mío lo solicitamos. Pero es suficiente para que entendamos por qué está ahí: Rudi no necesitaba ideas en su Gobierno, sino peones sumisos como él, que se está encargando de desmontar la cultura aragonesa. Claro que un director general sin modelo ni objetivos más allá del recorte, difícilmente podría presentar ningún proyecto riguroso, y este es el caso.

La rebaja de casi el 42% en el ya de por sí maltrecho presupuesto para la Promoción y Acción Cultural está pensada para arrasar, salvo excepciones, con los sectores culturales. De momento, desaparece la Muestra Aragonesa de Artes Escénicas y Musicales de Alcañiz (MAAEM) y corre serio riesgo la calidad de la Feria de Teatro y Danza de Huesca, porque el Sr. Vadillo no tiene ni idea de qué hacer con ella, salvo pretender que con menos respaldo económico y político va a poder cumplir por sí misma los diferentes objetivos que ambas ferias tenían. El mero sentido común echa por tierra semejante ilusión.

La MAAEM ha sido eliminada por encima de la voluntad de los profesionales aragoneses por mantenerla, conscientes de que con ella se va el único punto de encuentro y escaparate para mostrar sus espectáculos y contactar con programadores y representantes de instituciones públicas responsables de las contrataciones. Pero esto al Sr. Vadillo le parece secundario.

¿Por qué seguir pagándole un sueldo a un director general de Cultura que desprecia la actividad económica y los puestos de trabajo que producía la Muestra de Alcañiz, y más en la situación actual? La cultura constituye el 4,5% del PIB aragonés, da trabajo en Aragón a 12.000 personas y mantiene 25.000 trabajos indirectos en más de 2.000 empresas: lo saben y lo recuerdan las asociaciones culturales y los colectivos profesionales, pero Humberto Vadillo debe de creer que no valen lo suficiente.

¿Se está ganando su sueldo alguien que pone tantos obstáculos al sector cultural y cercena posibilidades de desarrollo con su gestión? La política cultural, como el resto, exige precisamente lo contrario. De poco sirve, como hace el Sr. Vadillo, proclamar que la cultura es diálogo si luego hace lo que quiere, o criticar la improvisación y la opacidad en legislaturas anteriores cuando él se niega a planificar y explicitar sus políticas, como desde CHA le venimos reclamando.

¿Por qué deberíamos seguir pagándole el sueldo a un gestor que rechaza la propuesta de un código de buenas prácticas y tiene atribuida, mediante una Orden de la Consejera Dolores Serrat, la concesión a dedo de subvenciones fuera de la convocatoria oficial?

Muchas personas nos preguntamos en Aragón por qué hay dinero público para mantener a alguien que se limita a dar tijeretazos a convenios, proyectos profesionales y actividades dirigidas al fomento de las artes y la cultura. Humberto Vadillo parece despreciar la contribución cultural al desarrollo y la cohesión social, y olvidar que la Cultura es, como diría Juan Goytisolo, fundamental para podamos ejercitar la sensibilidad, el entendimiento, el razonamiento y la comunicación en nuestras vidas.

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